Los presos en Ibarra tuvieron un día especial con sus familiares

ESPERA. Los familiares de todos los internos se mantenían a las afueras con las ansias de tener el espacio para conversar con sus allegados. Llevaron comida para servirse con los detenidos.
ESPERA. Los familiares de todos los internos se mantenían a las afueras con las ansias de tener el espacio para conversar con sus allegados. Llevaron comida para servirse con los detenidos.

Ibarra

Cada año, las autoridades de justicia asignan un espacio para que las personas privadas de libertad tengan unos momentos de confraternidad entre los grupos de internos. Precisamente, en la mañana y parte de la tarde de ayer celebraron el Día del Recluso.

Los familiares de los cerca de 747 detenidos que tiene el Centro de Privación de Libertad para Personas Adultas de la capital imbabureña, llegaron motivados desde la tarde del miércoles, en busca de un turno para poder visitar a sus allegados que por cualquier situación adversa al margen de la ley llegaron a prisión.

En su mayoría mujeres, hicieron una fila amplia, con orden. Los agentes de la Policía ayudaron a que el dispositivo de seguridad se cumpla de una manera perfecta, evitando que existan contratiempos con las personas que llegaban desde distintas ciudades del país.

Hasta la mañana de ayer, muy temprano, continuaban abordando los espacios que circunda el área carcelaria. Los gendarmes eran quienes registraban en un cuaderno el nombre y cédula de la visita, tras la presentación del documento personal. Hasta las 10:20 de ayer, en uno de los brazos de quienes iban a entrar le marcaron el número correspondiente a la visita 520.

Día especial

A más del gusto de poder interactuar personalmente con el detenido, tenían la oportunidad de brindarles algunos productos alimenticios para que degusten directamente desde las manos de sus cercanos. Eso sí, tenían las respectivas restricciones de ingresar con líquidos y artículos que se hallan prohibidos por normativa penitenciaria.

Conforme avanzaban en la columna de visitas se encontraban personas acompañadas con sus canastos, mochilas, maletas. Dos mujeres que permanecían en el lugar a la espera del ingreso, mencionaron que todo estaba bien organizado.

Antes de llegar a la puerta principal para el acceso a la correccional tenían que estar con vestimenta liviana y únicamente con zapatillas, como una medida de seguridad.

Algunas mujeres contaron que sus conocidos se encontraban detenidos por el tema de minería ilegal. Refirieron que llegaron desde Loja a Imbabura para buscar un sustento y ayudar a su hogar, pero no les fue tan bien porque cayeron acusados de estar inmersos en los ilícitos.

Una de las damas, una joven de aproximadamente 24 años de edad, se mantuvo inquieta y contó que deben ayudarles las autoridades porque les han mencionado que en los pabellones existen internos que les solicitan dinero para abastecer sus necesidades. Además, dijo que utilizan armas cortopunzantes para intimidarles, actos que no deberían evidenciarse, por el control que existe por parte de los guías y la Policía Nacional.

Las actividades programadas eran para que los detenidos busquen esas ganas de continuar con sus superaciones emocionales. Se organizó una eucaristía, posterior un campeonato relámpago de indorfútbol y luego la visita de delegados institucionales a fin de acompañar en los actos.

Nuevo director carcelario

Jaime Yacelga, nuevo director del centro carcelario, se mostró con toda la apertura para brindar los detalles de las iniciativas que se programaron.

Explicó que a partir del 3 de julio comenzó con su gestión como representante principal de la cárcel. Señaló que hace una semana se planificó para que pueda cumplirse el evento dedicado a los internos.

“Este festejo no es por el hecho de que el ciudadano se encuentre tras de unas rejas, sino el enfoque que se quiere dar es con el fin de que los señores internos tomen conciencia de sus actos, puedan remediarlos con la esperanza de que existe una sociedad a la cual puedan ser reintegrados”, acotó el funcionario.

Problemas que no faltan

Sobre la problemática existente en las cárceles, refirió que Ibarra no es la excepción, pero agregó que con la gestión que emprenderá podrán tratar de cambiar algunos inconvenientes, en especial el hacinamiento, del cual está preocupado, porque conoce que el lugar debe albergar a tan solo 250 personas, pero ahora están más de 700.

Para eso, dialogó con las autoridades judiciales a fin de que pueda tramitarse con agilidad los procesos, ya que solo con prisión preventiva constan 247 personas. Esperan también monitorear los regímenes por los que están los internos y poder evacuarlos.

Especificó que los espacios de infraestructura en el área de cocina son escasos. Sobre la alimentación, mencionó que “está bien sustentada y suministrada”. (APLA)

TOME NOTA

El nuevo director de la cárcel de Ibarra es profesional en Jurisprudencia y retirado de la Policía Nacional, del grado de capitán.

DATO

Los ingresos son monitoreados por los grupos de seguridad, no obstante algunos familiares son quienes intentan vulnerar esos filtros para dotar de artículos prohibidos en la cárcel.