Los ‘viste’ para entrar a la cárcel

PERSONAJE. Los fines de semana se lo encuentra al señor Tirado en las inmediaciones de la cárcel.
PERSONAJE. Los fines de semana se lo encuentra al señor Tirado en las inmediaciones de la cárcel.

Ibarra

Afuera de la cárcel de Ibarra se encuentra el señor Carlos Tirado en su clásica tricimoto. Se lo ve tranquilo y sonriente. Su labor consiste en cuidar las prendas de las personas que ingresan a las visitas en el centro de rehabilitación. “Es un trabajo que me permitió dar un servicio a la comunidad. Ya llevo seis años aquí, y me he ganado la confianza de la gente que me aporta 50 centavos por cuidarle las prendas”, dice.

El señor Tirado tiene 47 años y es de Ibarra, del barrio de Las 4 Esquinas de Caranqui. Inició en la labor de cuidador de prendas de casualidad. Él cuenta que tenía antes una empresa en Quito, pero quebró. Entonces decidió regresar a su tierra. Con los ahorros que tenía, se compró la tricimoto, en la que vendía jugo de naranja y sandia picada, en el exterior de la cárcel.

En ese tiempo, había solo una persona que cogía las prendas, pero la presencia de las personas que llegaban a las visitas era muy numerosa y no se abastecía con tanto. Por ello, las personas comenzaron a dejarle encargando sus pertenencias.

“De ahí comencé. Dejé las frutas e inicié cogiendo los encargos. Y aquí uno tiene que ganarse la confianza. En seis años tres meses que estoy aquí, no ha existido ni una novedad”.

Rutina

Carlos Tirado es terapista vivencial en drogas y hace reuniones clínicas a personas adictas. Su esposa es sicóloga clínica y con ella tienen un consultorio en su casa. Este trabajo lo alterna con el de cuidar las prendas afuera de la prisión. Al centro de rehabilitación acude los días martes, que son las visitas íntimas; viernes, sábado y domingo, que son las visitas normales; todas las semanas.

“Las visitas de los familiares varían. Por lo general, son unas 50 personas que se acercan al día. Yo atiendo desde las 06:00 hasta las 16:30. Es como cualquier trabajo, pero con responsabilidades”, comenta Tirado.

Alquiler

En lo que se refiere a vestimenta, hay muchas personas que por las normas de las penitenciarías, no pueden ingresar al centro de rehabilitación con determinada ropa, como prendas oscuras. Tienen que venir, por ejemplo, con sandalias, camiseta corta y licra. Cuando no tienen esta vestimenta, Tirado les alquila la ropa que no llevan.

“La mayoría saben de esta medida. Pero las personas que vienen de provincias, no tienen conocimiento de la ropa que tienen que utilizar. Ahí se les da la facilidad de alquilarle, con un costo de 50 centavitos”, agrega. (PTEG)

Dato

El costo por alquilar una prenda de vestir o por dejar encargando tus pertenencias es de 50 centavos.