Caranqui

POR: Rocío Erazo Benavides

Parroquia urbana del cantón Ibarra, en las faldas del Volcán Imbabura. Cuenta con un templo de piedra de origen Inca, en donde nació Atahualpa, hijo de la princesa Pacha con Huayna Cápac, conquistador de los territorios del norte.

Los Caranquis al ser un importante poblado durante el siglo X, durante la invasión de los Incas bajo el mando del Inca Huayna Cápac, se unieron a otros pueblos como los Otavalos, Cayambis y Cochasquis para resistir la invasión. Se recuerda la batalla de Jatuntaqui, en la cual murió el último Regulo Shyri llamado Cacha, y la batalla de Yahuarcocha, donde un pequeño grupo de cerca de 3.000 soldados se enfrentó al ejército Inca, resultando derrotados los Caranquis.

Después de la terrible derrota, los Caranquis sobrevivientes decidieron elegir su regente a la princesa Pacha, hija del difunto Regulo Cacha. Pacha al ser electa se casó con Huayna Cápac para evitar más represalias y terminar con la guerra. De este matrimonio nacería Atahualpa.

Tierra pujante, trabajadora, luchadora, en donde tradiciones como los San Juanes en el Ejido de Caranqui, la riqueza arqueológica por ser el lugar de nacimiento de Atahualpa, el sitio del Inka Huasi (casa del Inca), el Santuario del Señor del Amor, que según relatos se encuentra sobre lo que fue el Templo del Sol, rodeado de casas antiguas y de algunas nuevas; frente está un parque adornado con flores vistosas y árboles, rodeado de gastronomía, de los tradicionales helados de crema y pan de leche.

Luis Erazo Escalante, “Helados Don Luchito”, propietario de una de las heladerías que abrió sus puertas alrededor del año 2012, junto a su esposa, dieron uso a su vivienda y a su tenacidad e ingenio para incrementar un sin número de sabores como aguacate, el higo, cerveza, borojó, acompañados del pan de leche horneado en leña, donde encuentra también colada morada y champús, que a pesar de la pronta partida de su esposo continuará con sus hijos su emprendimiento.