29 años de cárcel por cometer un delito sexual

AUDIENCIA. Momento en que el implicado fue ingresado en la casa judicial de Imbabura, antes de escuchar su sentencia, esta semana.
AUDIENCIA. Momento en que el implicado fue ingresado en la casa judicial de Imbabura, antes de escuchar su sentencia, esta semana.
AUDIENCIA. Momento en que el implicado fue ingresado en la casa judicial de Imbabura, antes de escuchar su sentencia, esta semana.
AUDIENCIA. Momento en que el implicado fue ingresado en la casa judicial de Imbabura, antes de escuchar su sentencia, esta semana.
AUDIENCIA. Momento en que el implicado fue ingresado en la casa judicial de Imbabura, antes de escuchar su sentencia, esta semana.
AUDIENCIA. Momento en que el implicado fue ingresado en la casa judicial de Imbabura, antes de escuchar su sentencia, esta semana.
AUDIENCIA. Momento en que el implicado fue ingresado en la casa judicial de Imbabura, antes de escuchar su sentencia, esta semana.
AUDIENCIA. Momento en que el implicado fue ingresado en la casa judicial de Imbabura, antes de escuchar su sentencia, esta semana.

Redacción IBARRA

Edgar R. S. fue condenado a 29 años y cuatro meses de cárcel, al ser declarado responsable de un delito sexual, cometido en contra de un menor de edad, en abril de 2018.

Tras el paso de quienes testificaron en este hecho, los jurisconsultos del Tribunal de Garantías Penales de Imbabura tomaron la final decisión y en su veredicto lo sentenciaron, incluyendo las agravantes del caso, las mismas que motivaron a que la pena sea tan alta.

Diligencia

El detenido fue sacado de la penitenciaría para varones de Ibarra, acompañado de un guía penitenciario, con quien llegó hasta las instalaciones de la Corte Superior de Justicia.

Esposado y con la mirada baja, el procesado arribó al lugar, para conocer su destino judicial.

Familiares de la víctima y del victimario esperaban también para conocer el final de este proceso, hasta cuando los operadores de justicia emitieron su criterio, dentro del cual consideraron que el acusado se habría aprovechado de la situación de vulnerabilidad en la que se encontraba el afectado, para abusar de él y cometer el ilícito.

Los hechos

El suceso se registró el año pasado, cuando una denuncia por violación fue puesta en conocimiento de las autoridades judiciales competentes.

De la investigación, se desprendía que un menor de edad habría sido abusado sexualmente por otro hombre, con 39 años más que él.

La tarde de un día de abril de 2018, el muchacho fue invitado a la vivienda del acusado, situada en Ibarra, donde al cabo de las horas habrían ingerido bebidas alcohólicas.

Por el efecto de la ingesta de las mismas, el joven se quedó dormido al interior del inmueble, pero al día siguiente su pesadilla comenzó.

Lo había violado

Cuando la víctima despertó, para salir del lugar e irse, sintió y observó que en la parte posterior de su cuerpo había restos de sangre, acompañado de dolor que el joven sentía por la lesión ocasionada en su parte íntima trasera, asumiendo de inmediato que fue violentado por quien hasta ese momento consideraba su amigo.

En el análisis socioeconómico desarrollado a la familia del perjudicado, se conoció que el afectado y sus parientes son de escasos recursos económicos, situación que, al parecer, fue aprovechada por el victimario para someter al perjudicado, siendo esta una de las agravantes que los jueces consideraron para emitir la sentencia, así como el hecho de que la persona vulnerada es menor de edad y era su conocido.

Proceso

En este caso queda entreabierta la posibilidad de que se realice la apelación a la sentencia impuesta, sin embargo, una vez que esté ejecutoriada, se iniciarán los trámites respectivos para el efecto, si lo hubiere. Mientras que, en cuanto a la víctima, se espera una recuperación psicológica, luego de los efectos que este hecho dejó en su vida.

Por el momento, el acusado permanecerá interno en el centro carcelario de Ibarra. (MAGC)

Redacción IBARRA

Edgar R. S. fue condenado a 29 años y cuatro meses de cárcel, al ser declarado responsable de un delito sexual, cometido en contra de un menor de edad, en abril de 2018.

Tras el paso de quienes testificaron en este hecho, los jurisconsultos del Tribunal de Garantías Penales de Imbabura tomaron la final decisión y en su veredicto lo sentenciaron, incluyendo las agravantes del caso, las mismas que motivaron a que la pena sea tan alta.

Diligencia

El detenido fue sacado de la penitenciaría para varones de Ibarra, acompañado de un guía penitenciario, con quien llegó hasta las instalaciones de la Corte Superior de Justicia.

Esposado y con la mirada baja, el procesado arribó al lugar, para conocer su destino judicial.

Familiares de la víctima y del victimario esperaban también para conocer el final de este proceso, hasta cuando los operadores de justicia emitieron su criterio, dentro del cual consideraron que el acusado se habría aprovechado de la situación de vulnerabilidad en la que se encontraba el afectado, para abusar de él y cometer el ilícito.

Los hechos

El suceso se registró el año pasado, cuando una denuncia por violación fue puesta en conocimiento de las autoridades judiciales competentes.

De la investigación, se desprendía que un menor de edad habría sido abusado sexualmente por otro hombre, con 39 años más que él.

La tarde de un día de abril de 2018, el muchacho fue invitado a la vivienda del acusado, situada en Ibarra, donde al cabo de las horas habrían ingerido bebidas alcohólicas.

Por el efecto de la ingesta de las mismas, el joven se quedó dormido al interior del inmueble, pero al día siguiente su pesadilla comenzó.

Lo había violado

Cuando la víctima despertó, para salir del lugar e irse, sintió y observó que en la parte posterior de su cuerpo había restos de sangre, acompañado de dolor que el joven sentía por la lesión ocasionada en su parte íntima trasera, asumiendo de inmediato que fue violentado por quien hasta ese momento consideraba su amigo.

En el análisis socioeconómico desarrollado a la familia del perjudicado, se conoció que el afectado y sus parientes son de escasos recursos económicos, situación que, al parecer, fue aprovechada por el victimario para someter al perjudicado, siendo esta una de las agravantes que los jueces consideraron para emitir la sentencia, así como el hecho de que la persona vulnerada es menor de edad y era su conocido.

Proceso

En este caso queda entreabierta la posibilidad de que se realice la apelación a la sentencia impuesta, sin embargo, una vez que esté ejecutoriada, se iniciarán los trámites respectivos para el efecto, si lo hubiere. Mientras que, en cuanto a la víctima, se espera una recuperación psicológica, luego de los efectos que este hecho dejó en su vida.

Por el momento, el acusado permanecerá interno en el centro carcelario de Ibarra. (MAGC)

Redacción IBARRA

Edgar R. S. fue condenado a 29 años y cuatro meses de cárcel, al ser declarado responsable de un delito sexual, cometido en contra de un menor de edad, en abril de 2018.

Tras el paso de quienes testificaron en este hecho, los jurisconsultos del Tribunal de Garantías Penales de Imbabura tomaron la final decisión y en su veredicto lo sentenciaron, incluyendo las agravantes del caso, las mismas que motivaron a que la pena sea tan alta.

Diligencia

El detenido fue sacado de la penitenciaría para varones de Ibarra, acompañado de un guía penitenciario, con quien llegó hasta las instalaciones de la Corte Superior de Justicia.

Esposado y con la mirada baja, el procesado arribó al lugar, para conocer su destino judicial.

Familiares de la víctima y del victimario esperaban también para conocer el final de este proceso, hasta cuando los operadores de justicia emitieron su criterio, dentro del cual consideraron que el acusado se habría aprovechado de la situación de vulnerabilidad en la que se encontraba el afectado, para abusar de él y cometer el ilícito.

Los hechos

El suceso se registró el año pasado, cuando una denuncia por violación fue puesta en conocimiento de las autoridades judiciales competentes.

De la investigación, se desprendía que un menor de edad habría sido abusado sexualmente por otro hombre, con 39 años más que él.

La tarde de un día de abril de 2018, el muchacho fue invitado a la vivienda del acusado, situada en Ibarra, donde al cabo de las horas habrían ingerido bebidas alcohólicas.

Por el efecto de la ingesta de las mismas, el joven se quedó dormido al interior del inmueble, pero al día siguiente su pesadilla comenzó.

Lo había violado

Cuando la víctima despertó, para salir del lugar e irse, sintió y observó que en la parte posterior de su cuerpo había restos de sangre, acompañado de dolor que el joven sentía por la lesión ocasionada en su parte íntima trasera, asumiendo de inmediato que fue violentado por quien hasta ese momento consideraba su amigo.

En el análisis socioeconómico desarrollado a la familia del perjudicado, se conoció que el afectado y sus parientes son de escasos recursos económicos, situación que, al parecer, fue aprovechada por el victimario para someter al perjudicado, siendo esta una de las agravantes que los jueces consideraron para emitir la sentencia, así como el hecho de que la persona vulnerada es menor de edad y era su conocido.

Proceso

En este caso queda entreabierta la posibilidad de que se realice la apelación a la sentencia impuesta, sin embargo, una vez que esté ejecutoriada, se iniciarán los trámites respectivos para el efecto, si lo hubiere. Mientras que, en cuanto a la víctima, se espera una recuperación psicológica, luego de los efectos que este hecho dejó en su vida.

Por el momento, el acusado permanecerá interno en el centro carcelario de Ibarra. (MAGC)

Redacción IBARRA

Edgar R. S. fue condenado a 29 años y cuatro meses de cárcel, al ser declarado responsable de un delito sexual, cometido en contra de un menor de edad, en abril de 2018.

Tras el paso de quienes testificaron en este hecho, los jurisconsultos del Tribunal de Garantías Penales de Imbabura tomaron la final decisión y en su veredicto lo sentenciaron, incluyendo las agravantes del caso, las mismas que motivaron a que la pena sea tan alta.

Diligencia

El detenido fue sacado de la penitenciaría para varones de Ibarra, acompañado de un guía penitenciario, con quien llegó hasta las instalaciones de la Corte Superior de Justicia.

Esposado y con la mirada baja, el procesado arribó al lugar, para conocer su destino judicial.

Familiares de la víctima y del victimario esperaban también para conocer el final de este proceso, hasta cuando los operadores de justicia emitieron su criterio, dentro del cual consideraron que el acusado se habría aprovechado de la situación de vulnerabilidad en la que se encontraba el afectado, para abusar de él y cometer el ilícito.

Los hechos

El suceso se registró el año pasado, cuando una denuncia por violación fue puesta en conocimiento de las autoridades judiciales competentes.

De la investigación, se desprendía que un menor de edad habría sido abusado sexualmente por otro hombre, con 39 años más que él.

La tarde de un día de abril de 2018, el muchacho fue invitado a la vivienda del acusado, situada en Ibarra, donde al cabo de las horas habrían ingerido bebidas alcohólicas.

Por el efecto de la ingesta de las mismas, el joven se quedó dormido al interior del inmueble, pero al día siguiente su pesadilla comenzó.

Lo había violado

Cuando la víctima despertó, para salir del lugar e irse, sintió y observó que en la parte posterior de su cuerpo había restos de sangre, acompañado de dolor que el joven sentía por la lesión ocasionada en su parte íntima trasera, asumiendo de inmediato que fue violentado por quien hasta ese momento consideraba su amigo.

En el análisis socioeconómico desarrollado a la familia del perjudicado, se conoció que el afectado y sus parientes son de escasos recursos económicos, situación que, al parecer, fue aprovechada por el victimario para someter al perjudicado, siendo esta una de las agravantes que los jueces consideraron para emitir la sentencia, así como el hecho de que la persona vulnerada es menor de edad y era su conocido.

Proceso

En este caso queda entreabierta la posibilidad de que se realice la apelación a la sentencia impuesta, sin embargo, una vez que esté ejecutoriada, se iniciarán los trámites respectivos para el efecto, si lo hubiere. Mientras que, en cuanto a la víctima, se espera una recuperación psicológica, luego de los efectos que este hecho dejó en su vida.

Por el momento, el acusado permanecerá interno en el centro carcelario de Ibarra. (MAGC)