Interculturalidad – Otavalo
El Museo del Instituto Otavaleño de Antropología fue creado en 1974, por iniciativa de Plutarco Cisneros Andrade, quien conjuntamente con un equipo de personas, entre ellos Virgilio Chávez y Germán Pavón, abrieron por primera vez al público las puertas de este museo.
La edificación donde funciona actualmente se construyó en el año de 1969, bajo un diseño conceptual, que posteriormente sería ocupado por la Universidad de Otavalo, en un proyecto del Instituto Otavaleño de Antropología (IOA).
A más de ser un museo, las instalaciones se fueron convirtiendo en un Centro Regional de Investigaciones de la Sierra Norte, especializado en varias líneas, como arqueología, sociología, antropología, etnomusicología e historia.
En el lugar, por ejemplo, se encuentran materiales audiovisuales y fotográficos, recopilados desde 1975 por expediciones folclóricas, en cuanto a la etnomusicología, lideradas por el investigador del instituto Carlos Coba, quien recopiló algunos de los instrumentos andinos que se exhiben en este museo.
Diego Rodríguez, director de investigación del IOA, señaló que considera un honor ser parte de esta reapertura del museo, como un centro de investigación y conocimiento.
“Este es un espacio que fue un ícono durante muchos años para la cultura otavaleña, el mismo que a partir de la presente semana abre nuevamente las puertas de forma oficial al público. Cabe indicar también que este es un espacio en el cual muchos estudiantes de la universidad están haciendo sus proyectos de vinculación y pasantías”, acotó Rodríguez.
La historia de la Sierra Norte
Dentro del museo se encuentran más de 300 piezas de la época precolombina, de las culturas que habitaban en la zona de la Sierra Norte.
Entre las más importantes se encuentra la réplica del cráneo aborigen de Otavalo, osamentas y piezas encontradas en excavaciones arqueológicas en distintos lugares de este sector y de otras zonas.
El cráneo de Otavalo
Fue encontrado cuando se iniciaba una construcción en un sitio de esta ciudad, el mismo que fue analizado por la Escuela Politécnica Nacional, sin haberse hecho público sus resultados.
En 1971 fue estudiado en Inglaterra por David Davies, quien dio una edad probable de 28.000 años, sin embargo por las características del sitio en que fue encontrado y por estar los huesos impregnados de aragonito, no convenció dicha datación.
Posteriormente, las pruebas hechas a base de colágeno dieron una edad de 500 años A. C.
Restos de osamentas
Los restos que tiene el museo fueron encontrados en la Hacienda Santa Lucía, a unos cuatro kilómetros al noroeste de la parroquia de Quichinche.
La tumba se localizaba a un metro de profundidad, mientras se construía un muro. El esqueleto se encontraba en posición extendida, boca abajo, con las manos juntas sobre la espalda, como si hubieran estado amarradas.
Al parecer el esqueleto pertenece a una mujer de edad mediana. De acuerdo a las características de la cerámica, este enterramiento se ubicaría entre los 1.000 a 1.500 años D. C.
Piezas arqueológicas
Entre las piezas arqueológicas se puede encontrar vasijas elaboradas según la tradición de la cultura amazónica que se difundió en la Sierra Norte a partir de los 700 años D. C., que provienen de un sepulcro de la población de San Rafael, al sureste de la ciudad de Otavalo.
Colonia
En el Museo del Instituto Otavaleño de Antropología también se puede encontrar el archivo histórico con documentos del antiguo corregimiento de Otavalo, de 1590 a 1920, donde están las actas notariales correspondientes a esta ciudad.
Visitas
Para las visitas de las unidades educativas al museo, se creará un cronograma de acuerdo a las solicitudes dirigidas al director del IOA, quien a su vez dispondrá de guías para la información correspondiente.
El horario de atención al público es de 08:00 a 17:00, de lunes a viernes.
El costo simbólico de ingreso es de 1 dólar para adultos y 0,50 centavos para niños. (PMHR)
TOME NOTA
En el museo se expone una muestra arqueológica y etnográfica, que permite conocer sobre la cultura ancestral de Otavalo y la Sierra Norte.
Interculturalidad – Otavalo
El Museo del Instituto Otavaleño de Antropología fue creado en 1974, por iniciativa de Plutarco Cisneros Andrade, quien conjuntamente con un equipo de personas, entre ellos Virgilio Chávez y Germán Pavón, abrieron por primera vez al público las puertas de este museo.
La edificación donde funciona actualmente se construyó en el año de 1969, bajo un diseño conceptual, que posteriormente sería ocupado por la Universidad de Otavalo, en un proyecto del Instituto Otavaleño de Antropología (IOA).
A más de ser un museo, las instalaciones se fueron convirtiendo en un Centro Regional de Investigaciones de la Sierra Norte, especializado en varias líneas, como arqueología, sociología, antropología, etnomusicología e historia.
En el lugar, por ejemplo, se encuentran materiales audiovisuales y fotográficos, recopilados desde 1975 por expediciones folclóricas, en cuanto a la etnomusicología, lideradas por el investigador del instituto Carlos Coba, quien recopiló algunos de los instrumentos andinos que se exhiben en este museo.
Diego Rodríguez, director de investigación del IOA, señaló que considera un honor ser parte de esta reapertura del museo, como un centro de investigación y conocimiento.
“Este es un espacio que fue un ícono durante muchos años para la cultura otavaleña, el mismo que a partir de la presente semana abre nuevamente las puertas de forma oficial al público. Cabe indicar también que este es un espacio en el cual muchos estudiantes de la universidad están haciendo sus proyectos de vinculación y pasantías”, acotó Rodríguez.
La historia de la Sierra Norte
Dentro del museo se encuentran más de 300 piezas de la época precolombina, de las culturas que habitaban en la zona de la Sierra Norte.
Entre las más importantes se encuentra la réplica del cráneo aborigen de Otavalo, osamentas y piezas encontradas en excavaciones arqueológicas en distintos lugares de este sector y de otras zonas.
El cráneo de Otavalo
Fue encontrado cuando se iniciaba una construcción en un sitio de esta ciudad, el mismo que fue analizado por la Escuela Politécnica Nacional, sin haberse hecho público sus resultados.
En 1971 fue estudiado en Inglaterra por David Davies, quien dio una edad probable de 28.000 años, sin embargo por las características del sitio en que fue encontrado y por estar los huesos impregnados de aragonito, no convenció dicha datación.
Posteriormente, las pruebas hechas a base de colágeno dieron una edad de 500 años A. C.
Restos de osamentas
Los restos que tiene el museo fueron encontrados en la Hacienda Santa Lucía, a unos cuatro kilómetros al noroeste de la parroquia de Quichinche.
La tumba se localizaba a un metro de profundidad, mientras se construía un muro. El esqueleto se encontraba en posición extendida, boca abajo, con las manos juntas sobre la espalda, como si hubieran estado amarradas.
Al parecer el esqueleto pertenece a una mujer de edad mediana. De acuerdo a las características de la cerámica, este enterramiento se ubicaría entre los 1.000 a 1.500 años D. C.
Piezas arqueológicas
Entre las piezas arqueológicas se puede encontrar vasijas elaboradas según la tradición de la cultura amazónica que se difundió en la Sierra Norte a partir de los 700 años D. C., que provienen de un sepulcro de la población de San Rafael, al sureste de la ciudad de Otavalo.
Colonia
En el Museo del Instituto Otavaleño de Antropología también se puede encontrar el archivo histórico con documentos del antiguo corregimiento de Otavalo, de 1590 a 1920, donde están las actas notariales correspondientes a esta ciudad.
Visitas
Para las visitas de las unidades educativas al museo, se creará un cronograma de acuerdo a las solicitudes dirigidas al director del IOA, quien a su vez dispondrá de guías para la información correspondiente.
El horario de atención al público es de 08:00 a 17:00, de lunes a viernes.
El costo simbólico de ingreso es de 1 dólar para adultos y 0,50 centavos para niños. (PMHR)
TOME NOTA
En el museo se expone una muestra arqueológica y etnográfica, que permite conocer sobre la cultura ancestral de Otavalo y la Sierra Norte.
Interculturalidad – Otavalo
El Museo del Instituto Otavaleño de Antropología fue creado en 1974, por iniciativa de Plutarco Cisneros Andrade, quien conjuntamente con un equipo de personas, entre ellos Virgilio Chávez y Germán Pavón, abrieron por primera vez al público las puertas de este museo.
La edificación donde funciona actualmente se construyó en el año de 1969, bajo un diseño conceptual, que posteriormente sería ocupado por la Universidad de Otavalo, en un proyecto del Instituto Otavaleño de Antropología (IOA).
A más de ser un museo, las instalaciones se fueron convirtiendo en un Centro Regional de Investigaciones de la Sierra Norte, especializado en varias líneas, como arqueología, sociología, antropología, etnomusicología e historia.
En el lugar, por ejemplo, se encuentran materiales audiovisuales y fotográficos, recopilados desde 1975 por expediciones folclóricas, en cuanto a la etnomusicología, lideradas por el investigador del instituto Carlos Coba, quien recopiló algunos de los instrumentos andinos que se exhiben en este museo.
Diego Rodríguez, director de investigación del IOA, señaló que considera un honor ser parte de esta reapertura del museo, como un centro de investigación y conocimiento.
“Este es un espacio que fue un ícono durante muchos años para la cultura otavaleña, el mismo que a partir de la presente semana abre nuevamente las puertas de forma oficial al público. Cabe indicar también que este es un espacio en el cual muchos estudiantes de la universidad están haciendo sus proyectos de vinculación y pasantías”, acotó Rodríguez.
La historia de la Sierra Norte
Dentro del museo se encuentran más de 300 piezas de la época precolombina, de las culturas que habitaban en la zona de la Sierra Norte.
Entre las más importantes se encuentra la réplica del cráneo aborigen de Otavalo, osamentas y piezas encontradas en excavaciones arqueológicas en distintos lugares de este sector y de otras zonas.
El cráneo de Otavalo
Fue encontrado cuando se iniciaba una construcción en un sitio de esta ciudad, el mismo que fue analizado por la Escuela Politécnica Nacional, sin haberse hecho público sus resultados.
En 1971 fue estudiado en Inglaterra por David Davies, quien dio una edad probable de 28.000 años, sin embargo por las características del sitio en que fue encontrado y por estar los huesos impregnados de aragonito, no convenció dicha datación.
Posteriormente, las pruebas hechas a base de colágeno dieron una edad de 500 años A. C.
Restos de osamentas
Los restos que tiene el museo fueron encontrados en la Hacienda Santa Lucía, a unos cuatro kilómetros al noroeste de la parroquia de Quichinche.
La tumba se localizaba a un metro de profundidad, mientras se construía un muro. El esqueleto se encontraba en posición extendida, boca abajo, con las manos juntas sobre la espalda, como si hubieran estado amarradas.
Al parecer el esqueleto pertenece a una mujer de edad mediana. De acuerdo a las características de la cerámica, este enterramiento se ubicaría entre los 1.000 a 1.500 años D. C.
Piezas arqueológicas
Entre las piezas arqueológicas se puede encontrar vasijas elaboradas según la tradición de la cultura amazónica que se difundió en la Sierra Norte a partir de los 700 años D. C., que provienen de un sepulcro de la población de San Rafael, al sureste de la ciudad de Otavalo.
Colonia
En el Museo del Instituto Otavaleño de Antropología también se puede encontrar el archivo histórico con documentos del antiguo corregimiento de Otavalo, de 1590 a 1920, donde están las actas notariales correspondientes a esta ciudad.
Visitas
Para las visitas de las unidades educativas al museo, se creará un cronograma de acuerdo a las solicitudes dirigidas al director del IOA, quien a su vez dispondrá de guías para la información correspondiente.
El horario de atención al público es de 08:00 a 17:00, de lunes a viernes.
El costo simbólico de ingreso es de 1 dólar para adultos y 0,50 centavos para niños. (PMHR)
TOME NOTA
En el museo se expone una muestra arqueológica y etnográfica, que permite conocer sobre la cultura ancestral de Otavalo y la Sierra Norte.
Interculturalidad – Otavalo
El Museo del Instituto Otavaleño de Antropología fue creado en 1974, por iniciativa de Plutarco Cisneros Andrade, quien conjuntamente con un equipo de personas, entre ellos Virgilio Chávez y Germán Pavón, abrieron por primera vez al público las puertas de este museo.
La edificación donde funciona actualmente se construyó en el año de 1969, bajo un diseño conceptual, que posteriormente sería ocupado por la Universidad de Otavalo, en un proyecto del Instituto Otavaleño de Antropología (IOA).
A más de ser un museo, las instalaciones se fueron convirtiendo en un Centro Regional de Investigaciones de la Sierra Norte, especializado en varias líneas, como arqueología, sociología, antropología, etnomusicología e historia.
En el lugar, por ejemplo, se encuentran materiales audiovisuales y fotográficos, recopilados desde 1975 por expediciones folclóricas, en cuanto a la etnomusicología, lideradas por el investigador del instituto Carlos Coba, quien recopiló algunos de los instrumentos andinos que se exhiben en este museo.
Diego Rodríguez, director de investigación del IOA, señaló que considera un honor ser parte de esta reapertura del museo, como un centro de investigación y conocimiento.
“Este es un espacio que fue un ícono durante muchos años para la cultura otavaleña, el mismo que a partir de la presente semana abre nuevamente las puertas de forma oficial al público. Cabe indicar también que este es un espacio en el cual muchos estudiantes de la universidad están haciendo sus proyectos de vinculación y pasantías”, acotó Rodríguez.
La historia de la Sierra Norte
Dentro del museo se encuentran más de 300 piezas de la época precolombina, de las culturas que habitaban en la zona de la Sierra Norte.
Entre las más importantes se encuentra la réplica del cráneo aborigen de Otavalo, osamentas y piezas encontradas en excavaciones arqueológicas en distintos lugares de este sector y de otras zonas.
El cráneo de Otavalo
Fue encontrado cuando se iniciaba una construcción en un sitio de esta ciudad, el mismo que fue analizado por la Escuela Politécnica Nacional, sin haberse hecho público sus resultados.
En 1971 fue estudiado en Inglaterra por David Davies, quien dio una edad probable de 28.000 años, sin embargo por las características del sitio en que fue encontrado y por estar los huesos impregnados de aragonito, no convenció dicha datación.
Posteriormente, las pruebas hechas a base de colágeno dieron una edad de 500 años A. C.
Restos de osamentas
Los restos que tiene el museo fueron encontrados en la Hacienda Santa Lucía, a unos cuatro kilómetros al noroeste de la parroquia de Quichinche.
La tumba se localizaba a un metro de profundidad, mientras se construía un muro. El esqueleto se encontraba en posición extendida, boca abajo, con las manos juntas sobre la espalda, como si hubieran estado amarradas.
Al parecer el esqueleto pertenece a una mujer de edad mediana. De acuerdo a las características de la cerámica, este enterramiento se ubicaría entre los 1.000 a 1.500 años D. C.
Piezas arqueológicas
Entre las piezas arqueológicas se puede encontrar vasijas elaboradas según la tradición de la cultura amazónica que se difundió en la Sierra Norte a partir de los 700 años D. C., que provienen de un sepulcro de la población de San Rafael, al sureste de la ciudad de Otavalo.
Colonia
En el Museo del Instituto Otavaleño de Antropología también se puede encontrar el archivo histórico con documentos del antiguo corregimiento de Otavalo, de 1590 a 1920, donde están las actas notariales correspondientes a esta ciudad.
Visitas
Para las visitas de las unidades educativas al museo, se creará un cronograma de acuerdo a las solicitudes dirigidas al director del IOA, quien a su vez dispondrá de guías para la información correspondiente.
El horario de atención al público es de 08:00 a 17:00, de lunes a viernes.
El costo simbólico de ingreso es de 1 dólar para adultos y 0,50 centavos para niños. (PMHR)
TOME NOTA
En el museo se expone una muestra arqueológica y etnográfica, que permite conocer sobre la cultura ancestral de Otavalo y la Sierra Norte.