Hoy se celebra el Día del Abogado Ecuatoriano

INVITACIÓN. El presidente del Colegio de Abogados invita a todos los profesionales de derecho a ser parte de este gremio en la provincia. (Foto: Expectativa)
INVITACIÓN. El presidente del Colegio de Abogados invita a todos los profesionales de derecho a ser parte de este gremio en la provincia. (Foto: Expectativa)

Redacción IBARRA.

Amantes del orden y la ley, los abogados juegan un papel fundamental en el equilibrio de un país. Son los garantes de que se haga justicia defendiendo a quienes lo necesitan en un juicio y por eso, Ecuador reconoce la labor de todos los especializados en Jurisprudencia, con el Día del Abogado Ecuatoriano, que se celebra hoy 20 de febrero.

Un día como hoy de 1945, un grupo de juristas de renombre e integrantes de la Academia de Abogados de Quito, se reunieron para conmemorar el primer centenario del natalicio del Dr. Luis Felipe Borja, uno de los más emblemáticos ciudadanos y un jurista excepcional, quien ha realizado un sinnúmero de estudios de Derecho Civil, que son fuente de consulta hasta la actualidad, relevante jurista, considerado como uno de los abogados más importantes de los tribunales de la República del Ecuador; y, fue allí cuando se instituyó el 20 de febrero de cada año, como el ‘Día del Abogado Ecuatoriano’.

El objetivo, es rendir un homenaje a todos los hombres y mujeres que cumplen la misión de defender los derechos e intereses individuales y colectivos de sus semejantes.

Ser un abogado

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española dice que abogado es: “perito en el derecho positivo que se dicta a defender en juicio por escrito o de palabra los derechos o intereses de los litigantes y también dar dictamen sobre las cuestiones o puntos legales sobre los que se le consulta”.

Mientras que en el Código Orgánico de la Función Judicial, señala: La abogacía como una función social al servicio de la justicia y del derecho”.

Es decir, que un abogado es el profesional que gracias a su preparación académica se halla técnicamente capacitado para contribuir a la solución de conflictos sociales, mediante la planificación y el empleo del sistema legal, bien buscando evitar la producción de conflicto, bien juzgándolo o bien reclamando la protección legal para una de las partes interesadas en el proceso.

Colegio de Abogados

El Colegio de Abogados de Imbabura cuenta con aproximadamente 670 afiliaciones, desde este gremio y bajo su directiva desde que se posesionó Fernando Jaramillo, como presidente en el 2018, ha buscado velar por los intereses y derechos de sus miembros.

“Por parte del colegio también nos preocupamos de la gestión que se realiza en el Consejo de la Judicatura, en cuanto a la administración de las unidades judiciales que vaya en mejora del usuario y del abogado de libre ejercicio. También velamos por los derechos de los abogados, en lo que refiere a la competencia desleal de la Defensoría Pública, porque ellos patrocinan de forma gratuita a todas las personas y no para lo que fueron constituidos que es solo para personas de escasos recursos sociales y económicos”, agregó Fernando Jaramillo, presidente del gremio.

Los beneficios que se tiene al ser parte, del Colegio son el estar protegidos al 100% por parte del Colegio, tendrán capacitaciones y cursos académicos. Por parte del Colegio también se realizan eventos sociales y deportivos para unir a los profesionales del derecho.

Quienes deseen ser parte del Colegio pueden inscribirse en las instalaciones ubicadas en la calle Sánchez y Cifuentes, frente al Coliseo de la UNE. El requisito primordial es ser graduado en jurisprudencia y que el título esté inscrito en la Senescyt.

“Realizamos un llamado a todos los abogados de la provincia para que vengan y formen parte del Colegio de Abogados de la provincia”, concluyó Jaramillo. (FCDL)

Juramento del abogado

Defender la Justicia y la recta aplicación de la ley.

Presentar asistencia jurídica gratuita al desvalido.

Guardar el secreto profesional y severa lealtad al cliente.

No usar procedimientos vedados por la ley y la moral en asuntos cuya dirección se le encomiende; y proceder en todos los actos con absoluta buena fe.