Día de la madre

No sé exactamente cómo se celebraba a la madre en nuestras latitudes, antes de hacerlo como ahora, intuyo que los hijos, demostraban el cariño a la autora de sus días, de manera natural, dicha con saludos, deseos y presentes. Creo incluso que la ilustración reconocía las querencias en la antigüedad, sabedores eran que en la antigua Grecia se homenajeaba a Rhea madre de Zeus. Los católicos ensalzaban a la Virgen María madre de Jesucristo, y que en nuestros territorios se veneró a la fertilidad.

El mundo siempre celebró a la madre, y fue en Estados Unidos donde Anna Jarvis acciona para instituir honrar a las madres a principios del siglo pasado, proponía sean los niños los que homenajeen a las madres, el presidente Wilson oficializó que el segundo domingo de mayo sea dedicado a esta celebración, muchos países acogieron la fecha, otros en cambio festejan en otras datas por causas diversas.

La idea de celebrar a la madre fue fortalecer a la familia, reconocer los valores infundidos por los padres que buscaban una formación integral de los hijos, agradecer la labor generosa de las madres, sembrar el respeto y amor a los progenitores. Sin embargo, la celebración fue perdiendo el sentido, la fecha se hizo lucrativa para mercantes, y ahora, rentable mes para las grandes cadenas que promueven objetos suntuarios, bienes que esclavizan al bolsillo y otras novelerías que desmerecen el verdadero sentido del festejo.

Hasta mediados del siglo pasado, el segundo domingo de mayo era auténtico en la familia corriente, se vestían de gala, compraban flores, no estaba mal entregar a la madre envueltos en papel celofán una jarra con media docena de vasos, la tarjeta dibujada en la escuela por un hijo, oír recitar a una hija, escuchar canciones alusivas en una radiola mientras almorzaban, se presumía de los vecinos cantores dedicando composiciones inolvidables. Fue práctica en las vísperas las serenatas.

En esta última celebración creo que poco funcionó la tarjeta de crédito, por la pandemia no se escuchó la opresiva publicidad en los medios, y aunque no se proscribió el festejo establecido, muchas familias revisaron el cariño, respeto y amor que merece la madre.