Abiertos a la novedad

Mons. Alfredo Espinoza Mateus, sdb

Fácilmente nos podemos adaptar a la rutina y sentirnos contentos en ella. Como que nos resulta fácil acostumbrarnos al día a día. Repetimos en forma mecánica lo que hacemos y no nos damos la posibilidad de algo diferente, de algo nuevo.

En mi vida he experimentado muchos cambios. Las “obediencias” que he recibido por parte de los superiores me han desinstalado y me han llevado a enfrentar nuevas realidades, las mismas que me han exigido un cambio total de mi manera de pensar y de ver las cosas. Y estas obediencias llegaban cuando me encontraba de lo mejor y contento de lo que estaba haciendo.

Emprendía ese camino nuevo con mis maletas, mis libros, unas pocas cosas materiales y mucha ilusión. Al llegar, en más de un sitio, me ha tocado escuchar: “Aquí siempre se ha hecho así” Hasta me han tildado de “novelero” o que venía con alguna “novelería”.

Tengo clara la diferencia entre novedad y novelería. Vuelvo y repito, es fácil repetir lo que se viene haciendo por años y años, sin abrir ninguna rendija a algo nuevo. ¿Cómo enfrentamos lo nuevo en nuestras vidas? ¿Nos quedamos parados? ¿No lo entendemos ni sabemos afrontarlo? ¿Criticamos a quien quiere plantearnos algo nuevo?

No cabe duda, la novedad nos da miedo, también la novedad que Dios nos trae, la novedad que Dios nos pide.

Preferimos mantener nuestras seguridades, caminar por los caminos conocidos y no nos abrimos a la novedad, a las sorpresas de Dios. Porque Dios es un Dios que nos sorprende, Dios es así.

El Papa Francisco nos invita a abrir nuestras vidas a ese Dios que nos sorprende. Nos dice: “No nos cerremos a la novedad que Dios quiere traer a nuestras vidas. ¿Estamos acaso con frecuencia cansados, decepcionados, tristes? ¿Sentimos el peso de nuestros pecados, pensamos que no lo podemos conseguir? No nos encerremos en nosotros mismos, no perdamos la confianza, nunca nos resignemos: no hay situaciones que Dios no pueda cambiar, no hay pecado que no pueda perdonar si nos abrimos a Él”. Arriésgate a abrirte a la novedad. (O)