Lleva dos años enseñando a tocar instrumentos andinos y sinfónicos.
Poco a poco el sueño de dos familias de enseñar música está cumpliéndose. Primero se lo hacía en la casa de una de ellas y al ver que el número de estudiantes crecía les tocó adecuar el garaje para que quepan los alumnos.
Han transcurrido dos años y ante el crecimiento de los estudiantes tuvieron que buscar un local que esté acorde para la enseñanza de la música a los niños, adolescentes, adultos y adultos mayores que ven en ella su pasión infinita.
Hermandad musical
En 2016 empieza a sonar ‘Logumá’ que es una sigla que las familias Guzmán y Macas formaron de sus apellidos a los que antepusieron el nombre de su ciudad natal. Loja ‘Lo’, Guzmán ‘Gu’ y Macas ‘Má’ (con tilde), que se ha familiarizado en la comunidad.
María Dolores Macas Cabrera, directora administrativa de la Escuela de Música ‘Logumá’, comenta que las dos familias desde siempre deseaban fundar ese establecimiento. La hermandad musical formada entre ellas les llevó a componer el centro de estudios.
Aval académico
‘Logumá’ no se forma para competir con los otros centros musicales sino que lo que busca es enseñar de una manera novedosa y que los estudiantes se dejen extasiar por los ritmos e instrumentos que ahí se enseñan con absoluta responsabilidad.
Pablo Guzmán Romero, fundador de ‘Logumá’, indica que junto a María Dolores y los hermanos de ella y de él, que también son músicos, sintieron la necesidad de enseñar lo que ellos aprendieron y que les avala sus títulos académicos.
Amor a la música
En ‘Logumá’ se inculca el amor a la música y que los alumnos tengan el verdadero interés de aprenderla. Por eso la Escuela de Música se plasma en tres áreas de estudios: Sinfónica, Andina y Coral, esta última se estructura y en los próximos meses tomará forma.
Son 76 alumnos y 12 docentes que al momento conforman la Escuela de Música ‘Logumá’, que es vespertina y funciona en el establecimiento del centro educativo que labora en las mañanas y está en el barrio El Valle.
Interpretación andina
María Dolores es una intérprete sinfónica y toca la flauta traversa, pero se adentró en los instrumentos andinos como el charango, la quena, la zampoña, el ukulele, la guitarra y otros que se enseñan a tocar y a leer las partituras y a que se diferencie la armonía.
“Con nuestros alumnos tuvimos la primera apertura con la Orquesta Sinfónica de Loja. En este concierto se interpretaron las canciones de la película ‘Saraguro’, en donde se tocan instrumentos andinos, las que fueron compuestas por el maestro Leonardo Cárdenas”, dice María Dolores.
Valoran nivel
En los dos años de ‘Logumá’ se han formado alumnos que han asistido a festivales y lo propio con los maestros que enseñan el ABC de la música a quienes en su mayoría se han interesado por aprender los instrumentos andinos.
Los alumnos son sometidos a una valoración para conocer el nivel musical que tienen y luego son ubicados en los diversos cursos. Si el estudiante no conoce nada, pero desea aprender se inicia con las nociones básicas.
Diversos horarios
El horario de estudios es desde las 15:00 hasta las 18:00, de lunes a viernes, pero hay adultos que asisten a sus clases de música a las 19:00, de acuerdo a las necesidades de ellos, porque muchos de ellos trabajan durante la tarde.
En el área Sinfónica los instrumentos que se enseñan son: violín, viola, chelo, contrabajo, flauta traversa, oboe, clarinete, fagot, saxofón, corno, trompeta, trombón y percusión (batería, conga, teclados y marimba).
Músicos experimentados
Guzmán Romero cuenta con 20 años de experiencia como integrante de una orquesta sinfónica e igual los otros docentes como Alí Medina Riofrío, quien es el director del Área de Instrumentos Andinos que tanta acogida ha tenido ante todo en los jóvenes.
“Queremos poner en lo alto el nombre de Loja catalogada como ‘la capital musical del Ecuador’ y contar con estudiantes que destaquen no solo en el país sino fuera de él y luchar para que la música siga desarrollándose”, precisa Guzmán Romero.
El apoyo total
El amor de Melisa Brito Cabrera por el oboe le ha llevado a interesarse por él desde hace siete años. Sus padres la apoyan y como es una alumna responsable le permiten que sus estudios secundarios los comparta con los musicales.
A Eimi Ludeña Martínez le gusta la flauta traversa y su sueño es interpretarla al cien por cien. Ella, también, es una excelente estudiante y sus padres la apoyan totalmente porque está sobresaliendo en las dos actividades que ejecuta. (NAZ)
TOME NOTA
Más adelante se formarán intérpretes corales, pero al momento se imparte la especialidad en el canto popular.