Tocando al mundo

Lucía Margarita Figueroa Robles

Es un hecho que los seres humanos busquemos el arte para identificarnos, de ahí que las grandes revoluciones y movimientos sociales se han visto acompañadas por los artistas en todas las épocas y en todos los rincones del planeta, y es que visto del ángulo que se quiera analizar, un verdadero artista mira y refleja su visión a su manera y estilo, sin límites ni ataduras, pero tratando de generar cambios positivos en la sociedad, ya que uno de los papeles fundamentales del arte, es el de construir un mundo más justo y solidario, despertando aquella capacidad de cambiar las cosas que no avanzan bien, pero así mismo enalteciendo la belleza en su concepción filosófica, irradiando las armonías que vagan en el espacio divino. De ahí que poetas, músicos, pintores, danzarines, son esencia igual en formas distintas, que anticipan momentos luminosos llegando al triunfo de la verdad, trovadores del alma que no actúan como meros testigos, sino impregnan ese toque mágico que solo quien actúa por convicción lo puede lograr, acariciando con su talento al mundo a través de la palabra, la música, las imágenes, los movimientos… Y son estos artistas revolucionarios los que no se detienen aunque parezca que nadan contra corriente, porque sus principios les obligan a defender su pensamiento y no actuar por influencias del medio.

Los artistas no pueden estar indiferentes a la realidad o evadirla, sino influir en el mundo, porque es una responsabilidad formar parte de los movimientos sociales, cuestionar cuando se lo deba realizar, ejercer la libertad de expresión, dar lecciones de valentía y crear un mundo más humano. Mi saludo fraterno a todos aquellos artistas ecuatorianos que luchan día a día en los diversos escenarios o bajo sombras, pero cobijándonos con su talento, despertando en todos ese sentimiento de pertenencia y recordando que tenemos que continuar levantando al país. (O)