En Taparuca, habitantes mantienen vivo el patrimonio cultural

HISTORIA. A la casa de hacienda en Taparuca habría llegado hace casi 60 años el presidente Velasco Ibarra.
HISTORIA. A la casa de hacienda en Taparuca habría llegado hace casi 60 años el presidente Velasco Ibarra.
PATRIMONIO. La comunidad de Taparuca necesita apoyo para seguir manteniendo el patrimonio cultural.
PATRIMONIO. La comunidad de Taparuca necesita apoyo para seguir manteniendo el patrimonio cultural.

La comunidad se ubica en el cantón Calvas. Es una zona agrícola y goza de un maravilloso clima.

Varias historias se tejen alrededor de la casa de hacienda en Taparuca. Esta comunidad se encuentra al suroccidente del cantón Calvas. Sus moradores recuerdan con nostalgia el día en que el expresidente de la República, José María Velasco Ibarra, llegó al sector, compartió con ellos y comió seco de gallina criolla.

Circulando por una vía pedregosa al recorrer unos 45 minutos en vehículo desde la ciudad de Cariamanga, se puede llegar a una de las zonas más productivas del cantón Calvas. En esta comunidad llena de gente amable y emprendedora, se encierra gran parte de la historia del Ecuador.

Propietarios

La famosa casa de hacienda es una hermosa joya arquitectónica, que habría sido construida hace más de 120 años. Según los habitantes de la zona, el primer dueño fue Héctor Cueva, quien vendería sus propiedades al exdiputado Servilio Ludeña, el mismo que posteriormente entregaría la administración de la hacienda Taparuca a su yerno, Javier Aguirre.

Por el año 1973, la Junta Militar dictó el Decreto 1.172 (publicado en el Registro Oficial número 410 de 15 de octubre de 1973) con el nombre de Ley de Reforma Agraria. La norma entre, uno de sus aspectos más importantes, indicaba que “para la determinación de una región, zona o sector de intervención prioritaria, se tendrá en cuenta la posibilidad de asentar el máximo número de familias campesinas y de crear una infraestructura física, de comercialización, comunicaciones, vivienda rural, educación, salud y saneamiento ambiental, así como la de ejercer una decisiva e inmediata influencia en el desarrollo regional”.

Iván Romero, habitante de Taparuca, precisa que con la Ley de Reforma Agraria pudieron comprar para la comunidad, en 800.000 sucres, alrededor de 400 hectáreas aproximadamente que comprendían la extensión total de la hacienda.

Visita presidencial

Andolfo Molina recuerda con alegría la visita del presidente Velasco Ibarra. Eso sucedió hace casi 60 años. Dice que la influencia del entonces diputado Servilio Ludeña permitió su llegada.

Como todo presidente, Velasco Ibarra era invitado a banquetes y celebraciones, pero curiosamente nunca probaba ni un bocado de comida, eso se conoce de la historia. Andolfo recuerda que al Primer Mandatario de la época le brindaron gallina criolla y que disfrutó mucho del banquete.

“El patrón (Servilio Ludeña) era diputado, entonces lo había invitado. Nosotros estábamos de hortelanos, le hicieron la bienllegada, pero como éramos pobres solo servíamos la comida, no compartíamos, ellos brindaban y comían junto a sus familias. Le preparamos una buena gallina, eso era el mejor potaje para un visitante”, recordó.

Según Andolfo, el presidente Velasco Ibarra era una persona muy amable, se ofreció la construcción de la vía, pero eso no se concretó. “Todos los arrimados trabajamos y la sacamos a mano a la vía, nosotros la construimos”, dice.

La comunidad sin apoyo

Asimismo, Iván Romero señaló que la casa de hacienda siempre ha sido hermosa, pero que con el paso de los años se ha ido deteriorando. “Ahora con la ayuda de nuestros coterráneos migrantes se ha podido restablecer en parte”, expresa.

“La casa la utilizamos para reuniones y para algunas celebraciones. Nunca una autoridad nos ha visitado, para ayudar al mantenimiento de esta casa de hacienda, ni del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), peor del Municipio de Calvas, siempre todo queda en ofrecimientos”, mencionó Romero.

Además, enfatizó que la casa de hacienda “es lo mejor que tenemos en el barrio, las personas que no son de aquí, cuando llegan lo primero que hacen es ir a visitar la casa de hacienda”.

Taparuca es una zona estrictamente agrícola, sus habitantes gozan de un clima privilegiado, pero no existe una vía en buenas condiciones para que los agricultores puedan comercializar los productos. Sobreviven con su esfuerzo, son gente trabajadora, en la actualidad la hacienda le pertenece a la comunidad. Ellos siguen creyendo en su potencial y son felices en la tierra que los vio nacer, aquella en la que trabajaron sus ancestros. (EVLL)

EL DATO

La comunidad de Taparuca pertenece a la parroquia urbana Chile del cantón Calvas.