Lizbeth Moreno Araujo encontró lo mejor de su vida en el teatro

Teatro. Liz en una de sus presentaciones.
Teatro. Liz en una de sus presentaciones.
Cultura. Su vinculación al arte, asegura, es innata.
Cultura. Su vinculación al arte, asegura, es innata.

Liz, como la conocen sus allegados, es una apasionada de la actividad teatral. Sus ojos brillan y su sonrisa se ilumina cuando habla del arte de las tablas. Y las anécdotas son parte de su trayectoria, como cuando sus padres le preguntaban si le iban a pagar por su actividad teatral y ella respondía que no, al contrario, en ocasiones tenía que poner dinero de su bolsillo para concretar algún proyecto cultural. Pese a esto en su familia siempre ha recibido el apoyo necesario.

Así fueron los inicios de la joven actriz y productora lojana Lizbeth Moreno Araujo, quien se dejó atrapar por el teatro cuando tenía 17 años. En ese entonces hizo un casting para ingresar a la compañía de teatro de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), donde permaneció alrededor de un año.

Con el proyecto ‘Loja sobre tablas’, Liz confirmó que no podía apartarse de la actividad cultural y desde hace cinco años no se ha detenido en hacer lo que más le gusta: el mundo de las tablas.

Y aunque no es una herencia familiar este gusto por el teatro, Liz sabe que esto la apasionó desde su infancia. Cuando niña se ubicaba frente a una radio, bailaba y hacía mímicas para representar cada canción.

“Está dentro de mí y siempre quise hacerlo”, recalca Lizbeth Moreno, agregando que su vida siempre ha estado vinculada al arte, la literatura.

En la actualidad Liz es parte de Cano Artes Escénicas y asevera que, sobre todo, ama estar sobre tablas, aunque es una de las actividades que menos realiza porque dedica más tiempo a la producción y gestión de su agrupación.

En su vida como actriz, hoy a sus 25 años, asevera que una obra que la marcó fue hacer ‘La Casa de Bernarda Alba’, donde hizo el personaje de Martirio, y reconoce que no fue fácil, pero sí muy importante en su trayectoria. (GSO)