Detienen a ocho cargos de Vale por desastre minero en Brasil

Vista aérea tomada después del colapso de una represa, que pertenecía a la compañía minera gigante de Brasil, Vale. Foto: AFP
Vista aérea tomada después del colapso de una represa, que pertenecía a la compañía minera gigante de Brasil, Vale. Foto: AFP

Sao Paulo, Brasil AFP

Ocho cargos de la brasileña Vale fueron detenidos este viernes por su relación con los «centenares de crímenes de homicidio», derivados de la rotura de un dique de residuos mineros el 25 de enero en Brumadinho, dejando hasta ahora 166 muertos y 147 desaparecidos.

Los detenidos, de los que no se ha desvelado su identidad, son cuatro gerentes y otros tantos miembros de los equipos técnicos relacionados con la seguridad del dique I de la mina Córrego do Feijao, según informó el Ministerio Publico de Minas Gerais en un comunicado.

«Las prisiones temporales fueron decretadas por el plazo de 30 días, teniendo en cuenta las fundadas razones de autoría o participación de los investigados en la práctica de centenares de crímenes de homicidio cualificado», explica la nota, que añade que también se investigan delitos ambientales y de falsedad ideológica.

La policía cumplía, además, otras 14 órdenes de búsqueda y aprehensión de documentos que afectan a cuatro empleados de la empresa alemana TÜV SÜD, que en septiembre de 2018 certificó la estabilidad del dique.

Dos de sus trabajadores ya estuvieron detenidos durante poco más de una semana, junto a otros tres empleados de Vale, antes de ser liberados el pasado jueves. Las nuevas órdenes afectan a un director, un gerente y dos miembros del cuerpo técnico de TÜV SÜD.

La operación policial, que está en curso en Minas Gerais y otros estados, también incluyó el registro de la sede de Vale en Rio de Janeiro.

El gigante minero brasileño, primer productor de mineral de hierro del mundo, era el propietario del dique que reventó en Brumadinho generando un tsunami de 13 millones de metros cúbicos de lodo y residuos mineros que arrasó con toda la vida que encontró a su paso.

En su mortal descenso de unos nueve kilómetros hasta el río Paraopeba -que ahora baja contaminado por los sedimentos-, destruyó las instalaciones administrativas de la mina, el comedor donde almorzaban muchos empleados, una posada y varias casas del área rural de Brumadinho.

Bajo un mar de barro ahora seco que ocupa unas 290 hectáreas, los bomberos recuperaron 166 cuerpos, pero 147 personas continúan desaparecidas.

Este jueves, el presidente de Vale, Fabio Schvartsman, defendió sin embargo que la compañía no debe ser castigada por el desastre.

«[Vale] es una joya brasileña que no puede ser condenada por un accidente que ocurrió en su dique, por mayor que haya sido la tragedia», afirmó durante una audiencia en una comisión de la Cámara de Diputados.

No es la primera vez que la compañía se ve envuelta en un desastre de enormes proporciones en los últimos años. En 2015, un dique de una mina de Samarco (un proyecto conjunto de Vale y la australiana BHP) reventó generando otra enorme marea de lodo que dejó 19 muertos y el peor desastre ambiental de la historia de Brasil.