Un jurisconsulto lojano dice que la profesión demanda de preparación día a día.
Al presenciar un proceso judicial, estamos acostumbrados a ver a un defensor llamado abogado, sin embargo, no siempre fue así, el denominado abogado surge con el paso de tiempo en la historia de la abogacía.
Desde los inicios se considera que en Egipto no existió la defensa con abogado. Durante el proceso, las partes se dirigían por escrito al tribunal, explicando su caso, el que luego de hacer el estudio pertinente, emitía la sentencia.
Por varios años la justicia se desarrolló en varios lugares del mundo como: Cina la India, Babilonia, entre otros.
El hecho que no existiera un defensor en el sistema legal se debió a que los ciudadanos pensaban que la presencia de un orador hábil podría influir sobre las decisiones de los jueces y hacerles perder objetividad.
Miguel Toranzo, en su escrito Deontología Jurídica, manifiesta que, en los orígenes de Atenas, los ciudadanos defendían sus propias causas, pero no lo hacía cualquier persona, sino los oradores o escritores, las persona que preparaban el discurso para su defensa.
Pero en la medida que los litigios aumentaban, esta profesión de orador-escritor adquirió prestigio y quienes ejercían comenzaron a oficiar como defensores.
Fue en Roma donde se desarrolló plenamente y, por primera vez, de manera sistemática y socialmente organizada, la profesión de abogado, palabra que viene del vocablo latino ‘advocatus’, que significa llamado, porque entre los romanos se llamaba así a quienes conocían las leyes para socorro y ayuda, manifiesta Miguel Toranzo.
Testimonio
A partir de la historia y con el paso de los años son muchas las personas que se inclinan por esta profesión, en busca de defender los derechos de los ciudadanos.
Carlos Paccha Soto es abogado, lleva más de 12 años ejerciendo en el campo jurídico en la ciudad de Loja, considera que su profesión demanda de preparación día a día.
La motivación que tuvo para llegar a ser abogado, fue su padre quien fue también abogado, el convivir en el ambiente jurídico, y el tratar de alcanzar la justicia en todo lo que hace, fue lo que le permitió luchar por graduarse y trabajar en esta rama.
Comenta que los abogados, libran día a día batallas judiciales, contra la injusticia, muchas veces les toca entrar en conflicto con quienes desde el poder desean hacerse dueños de la justicia, “imposibilitándolos a dar una respuesta favorable a los clientes”, revela el profesional.
Es por ello que hace un llamado a todos los abogados lojanos a que sigan luchando en los tribunales, a no decaer y poder trabajar en pro de la justicia y colaborar con la paz social en el Ecuador. (MNUA)
Debemos olvidar esas maneras deformadas de ejercer la justicia”
Carlos Paccha Soto