Último adiós a Hermana Amada Campos

Acción. En el Cementerio Parque de los Recuerdos le dieron la despedida.
Acción. En el Cementerio Parque de los Recuerdos le dieron la despedida.

Fue cofundadora de la Congregación de Misioneras Sociales de la Iglesia y primera directora de radio Luz y Vida.

A los 93 años de edad, en Quito, dejó de existir la cofundadora de la Congregación de Misioneras Sociales de la Iglesia y primera directora de la Radio Luz y Vida, Hermana Amada Graciela Campos Delgado.

Los restos mortales de la religiosa fueron trasladados hasta la ciudad de Catamayo, vía aérea, el sábado último, e inmediatamente llevados a la capilla de la Radio Luz Vida en la ciudad de Loja para su velatorio.

Recibimiento

En medio de canticos y oraciones fueron recibidos los restos en Catamayo por parte de sus amigas, compañeras y hermanas de vida, las religiosas de la Congregación. El arribo fue en compañía de la Hermana. Consuelo Aguilar, exsuperiora General de la Congregación de ‘Misioneras Sociales de la Iglesia’.

“La Hna. Amadita nos deja un ejemplo de entrega y de enseñanza, ejemplo de que tenemos que seguir adelante para entregarnos generosamente al señor hasta el día de nuestra muerte como Misioneras”, expresó entre lágrimas la Hermana Zorayda Rueda, superiora General de la Congregación, durante el recibimiento en Catamayo.

La hermana Amada, fue uno de los pilares importantes en los inicios y continuidad de las diferentes obras después del regreso a España del Padre Julián Lorente, fundador de la Congregación.

Sus restos fueron velados en la capilla ardiente de radio Luz y Vida y el sepelio se realizó luego de la eucaristía de las 15:00, en el cementerio general ‘Parque de los Recuerdos’. (DVL)

EL DATO

Detalles

De la religiosa

Amada Campos era licenciada en Servicio Social

Fue Superiora General, Maestra de Novicias y de las Hermanas Auxiliares

El 11 de septiembre de 1.965 con los permisos correspondientes de la Santa Sede, la Congregación del Buen Pastor admite el traslado de Sor Amada Campos (María del Buen Consejo) a la Ciudad de Loja, para acompañar a la formación de la Nueva Congregación de Misioneras Sociales de la Iglesia, con diez de los miembros de la Congregación Cesante, de las Hermanas Auxiliares del Buen Pastor quienes por disposición del Concilio Vaticano II debían disolverse.