No, guerra de las falacias

Zoila Isabel Loyola Román

Jugando un poco con el título de la película de Disney, decimos que, si creemos que la ética, los principios y valores deben iluminar nuestra decisión electoral, entonces démonos el tiempo para analizar el proceso y a cada uno de los candidatos ¿Cuáles son los más coherentes, fundamentalmente, en su vida? ¿Cuál es la actitud de estos candidatos y qué compromiso concreto presentan?

Desde los ciudadanos, que vamos a ejercer el sufragio, ¿es realmente nuestro voto consciente, y el resultado de una reflexión profunda, que elige conforme a convicciones y principios? ¿O estamos equivocados, pensando que un candidato con súper-poderes nos puede resolver los problemas?

La situación nos pone frente a la urgencia de una minuciosa preparación de los que ejercen el voto tanto de los que elegimos como de los que van a ser elegidos; que nos involucremos en la cotidianidad política de nuestro país con ideas claras y convicciones fuertes. Hemos de tener presente el reto que asumimos de construir un mundo de acuerdo con la verdad, que nos permita vivir la justicia, la libertad, la paz…

Entonces, nuestro voto será determinante para elegir a quienes defiendan principios, valores y proyectos; que nos liberen de la frustración, la desesperanza, la falta de fe y las secuelas de malas prácticas políticas. Estamos del lado de los que proponen soluciones innovadoras, lo que significa que se multipliquen los empleos que demandan mano de obra, para que nadie tenga que irse de este país; para que nadie se quede sin comer un solo día; o sin educación, o sin salud… Nuestro reconocimiento a quienes gastan su vida en el noble ejercicio de la política auténtica, y nuestro compromiso de involucrarnos decididamente en la construcción de un Ecuador de realizaciones en la justicia, la paz y la libertad. (O)

[email protected]