Por fin se acabó la Unasur…

Ugo Stornaiolo

Aunque la agonía fue larga y penosa, se veía venir desde hace más de dos años, cuando, en enero de 2017, dejó la secretaría del organismo el expresidente colombiano Ernesto Samper. Unasur fue otro experimento fallido de la integración latinoamericana.

Con solo once años de vida se esfuma un organismo pensado por los ideólogos del “socialismo del siglo XXI” para su beneficio, y que solo ocasionó gastos y ningún bien real. Un edificio cuyo costo, asumido por el Ecuador en tiempos de Correa, fue de $ 43,5 millones y una estatua de un ex presidente ya fallecido, Néstor Kirchner, reconocido como un personaje corrupto de la historia latinoamericana.

La salida de Brasil, Argentina, Colombia, Perú y Chile, países hoy en manos de gobiernos de tendencia liberal, más la negativa de otros países para seguir pagando cuotas de manutención de sede y burocracia, fueron la piedra de toque final. Tampoco se justifica la existencia de la Celac y del Banco del Sur.

Con Bolsonaro, Macri, Piñera, Viscarra y otros mandatarios buscando otros horizontes (acuerdos con EE. UU., Europa y Asia Pacífico), el sentido de una integración débil, que solo se sostiene con mandatarios cuestionados por su bajo perfil democrático, como Maduro y Evo Morales, presupone un ocaso irreversible.

Unasur quiso sostenerse bajo el liderazgo de Lula y los Kirchner, más el soporte de Chávez, Correa y Morales, intentando la receta del socialismo del siglo XXI, pero quedó como una utopía que acabó con la caída de los precios de los principales productos de exportación sudamericanos.

Ideas como el “anillo energético” para asegurar el suministro de gas para Brasil y los sueños de Lula de extender la influencia y el liderazgo de su país en todo el continente (algo que solo se logró con la corrupción de Odebrecht), hicieron insoportable el proyecto.

El afán de muchos de estos mandatarios por eternizarse en el poder generó reacción en el electorado, que los sigue castigando en las urnas. Este ha sido uno de los escasos aciertos del presidente Lenín Moreno en su gestión. Ojalá que Prosur sea una mejor posibilidad para la región.

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