Recuerda perfectamente sus vivencias, desde su matrimonio, en 1944, hasta el fallecimiento de su esposo, en 1985.
Calvas. Rosario Cuenca Jima cumplió 106 años de vida el 2 de mayo y los festejó junto a sus familiares en el sector Avenida Loja, en Cariamanga.
Rosario se casó a los 31 años con Ignacio Pardo con quien procreó seis hijos, 28 nietos, 34 bisnietos y siete tataranietos.
Aunque sus pasos son cansados, sus manos se muestran arrugadas y su rostro refleja el paso del tiempo, al igual que la sabiduría obtenida con los años, Rosario recuerda perfectamente sus vivencias, desde su matrimonio, en 1944, hasta el fallecimiento de su esposo, en 1985. Aunque le entristece haberse quedado sin su compañero, prefiere aferrarse a los recuerdos felices.
Goza de excelente salud y disfruta del tiempo con sus nietos y bisnietos, le gusta, dice, la compañía que le brindan sus familiares, porque siempre tiene una historia que contar, un recuerdo que expresar y un consejo que dar.
Rosario Cuenca es oriunda del barrio Cascajal, de la parroquia Chile, en Calvas, y actualmente habita en el barrio Avenida Loja en Cariamanga. Se mantiene lúcida. Para entablar una conversación con ella es necesario la presencia de uno de sus hijos o nietos. Siempre conserva las ganas de vivir. Sus historias cautivan a sus familiares.
Sus familiares decidieron reunirse el sábado 4 para rendirle homenaje por cumplir sus 106 años.
“Es la norma mejor de padres y profesores llegar a formar a abogados y doctores”, es una de las frases que son dichas por Rosario al referirse al denominado ‘chicote’ que, a decir de ella, ha servido mucho en la formación y disciplina de niños y jóvenes. (Digna Isabel Lages, corresponsal)
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2 MAYO cumplió los 106 años.