La última voluntad de monseñor Hugolino Cerasuolo es ser sepultado en Loja

LEGADO. Hugolino Cerasuolo Stacey presidió la Iglesia lojana durante 22 años.
LEGADO. Hugolino Cerasuolo Stacey presidió la Iglesia lojana durante 22 años.

Hasta el cierre de esta edición, el exobispo de Loja permanecía en estado crítico.

Un problema cerebral, hasta el cierre de esta edición, mantenía en estado crítico al exobispo de la Diócesis de Loja, monseñor Hugolino Cerasuolo Stacey.

El religioso sufrió una caída el último lunes y ese día, en horas de la noche, fue ingresado a la Clínica Kennedy de la ciudad de Guayaquil.

Su amigo personal y asistente, Luis Coello Ubilla, en una entrevista telefónica con Diario La Hora, indicó que el estado del religioso, ayer en la noche, era sumamente delicado.

Informó que de acuerdo a la tomografía que le realizaron los galenos, se detectó la presencia de ocho pequeñas hemorragias en el cerebro. “Luego de tres horas, esas pequeñas hemorragias no cesaron, se hicieron hemorragias”, dice, agregando que eso demanda de ocho cirugías. Puntualizó que por su edad (87 años) y un problema hepático, se tornaba complicado que el exobispo de Loja pueda soportar tal número de intervenciones quirúrgicas.

Última voluntad

Su amigo personal y asistente dio a conocer que la última voluntad de monseñor Hugolino Cerasuolo Stacey, ante un posible desenlace fatal, es que su cuerpo sea sepultado en la Catedral de Loja. “Oficialmente, monseñor va a ir a Loja, luego de que se lo vele aquí (en Guayaquil)”, dijo anoche Coello Ubilla.

Señala que ese es un pedido que había hecho anteriormente el religioso y que cuenta con la autorización, emitida el año pasado, por el entonces obispo de la Diócesis de Loja, monseñor Alfredo Espinoza Mateus.

Biografía

El monseñor Hugolino Cerasuolo Stacey, hace 10 años, venía ejerciendo el cargo de párroco de la iglesia de San Antonio de Padua, perteneciente a Urdesa Norte de Guayaquil, ciudad donde él nació.

Cerasuolo Stacey es recordado por su paso como obispo de la Diócesis de Loja, cargo que lo ocupó por 22 años y al cual renunció por cumplir 75 años de edad. De acuerdo al derecho canónico, un obispo que ha cumplido 75 años de edad debe presentar la renuncia ante la Santa Sede.