Mediante un evento artístico, cultural y social se festejó a la unidad de personas jubiladas de la ciudad de Loja.
En conmemoración al día clásico del jubilado, el jueves 18 de julio, a partir de las 11:00, en la sede del Centro del Adulto Mayor se llevó a cabo un programa en alusión a la festividad, organizado por el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
Barbarita Gómez, coordinadora del centro del Adulto Mayor, comentó que el centro es una unidad que realiza actividades recreativas, ocupacionales y artísticas con la finalidad de ocupar el tiempo libre de los señores jubilados. “Es una medicina preventiva para el cuerpo y para la mente. Ocupan el tiempo para sentirse útiles, este es un estímulo para seguir adelante”, recalcó.
El 10 de julio, en el Teatro Nacional Benjamín Carrión, se desarrolló un evento previo a la festividad, en el que participaron los grupos de coro y danza de la entidad, además, se sumaron los talleres de educación física y bailoterapia de los cantones Puyango, Catamayo, Cariamanga y Macará.
Ricardo Bueno, director provincial del IESS, enfatizó que conforme a la celebración, llevaba consigo buenas noticias para los jubilados. Bueno explicó que dialogó con el director de la Universidad Nacional de Loja (UNL), la posibilidad de la entrega del hospital de Motupe, con la finalidad de trabajar en alianza para convertirlo en un centro hospitalario destinado a enfermos crónicos y al adulto mayor. Asimismo, se ha cerrado un compromiso con la embajada de Irán para los servicios de fisioterapia, quienes apoyarán desde Quito con los técnicos y equipos necesarios para implementar esta especialidad en el hospital.
Centro del adulto mayor
En el centro se desarrollan actividades como educación física, bailoterapia, juegos de salón, peluquería y belleza, corte y confección, yoga, dibujo y pintura, pintura en cerámica, computación, manualidades, instrumentos musicales y coro. Actividades que permiten desarrollar nuevas habilidades en los asistentes quienes se dan cita de lunes a viernes, desde las ocho de la mañana hasta las cinco de la tarde y participan en varios de los doce talleres diarios, a los cuales, se inscriben según sus afinidades.
Amanda Peláez, docente jubilada desde hace 22 años, con alegría resaltó que después del trabajo diario está gozando la tranquilidad de vivir experiencias con todo el grupo. Amanda inició en el taller de música, después en bailoterapia, cocina y manualidades. En efecto, se siente como en su hogar, “es un santuario de amor, paz, tranquilidad y consuelo en la soledad en la que vivimos en la casa, porque toda la familia se ha ido en vista a nuestra edad avanzada… Aquí rejuvenecemos”, argumentó.
Peláez hace la invitación a sus compañeros jubilados a volver a vivir los momentos de juventud y a compartir anécdotas de vidas pasadas.
La juventud se nos fue pero aún estamos aquí participando con alegría porque compartimos toda la experiencia que tuvimos en nuestro tiempo”
Amanda Peláez
docente jubilada
LA CIFRA
Continuamente asisten de 300 a 400 jubilados al centro del adulto mayor.