Más barrios se unen a la protesta del Capulí por colocación de antena

ADECUACIÓN. Una cocina, fogata y colchones se han colocado en el sector para vigilar que no se coloquen las antenas.
ADECUACIÓN. Una cocina, fogata y colchones se han colocado en el sector para vigilar que no se coloquen las antenas.

Una fogata abriga a los moradores del barrio El Capulí, al sur de la ciudad, que se mantienen vigilantes para impedir que se coloquen antenas en el sector. A esta protesta se han sumado ciudadanos del barrio Las Zarzas, San Cayetano e incluso de Vilcabamba, donde también se pretende colocar antenas.

Estela Poma, dirigente barrial de El Capulí, menciona que al sector han acudido los moradores de otros barrios para mostrar su respaldo ante la medida de resistencia que iniciaron en noviembre del año anterior. Señala que incluso acuden a las vigilias ya que no están de acuerdo que las antenas se coloquen en sus sectores, porque producen afectaciones a la salud.

Espera

En el transcurso de esta semana esperan la respuesta del Gobierno Provincial de Loja que ofreció dar de baja la ficha ambiental para impedir que se coloque esta antena. En caso de que la acción no se concrete, la dirigente barrial asegura que continuarán protestando.

Además, están a la espera de la resolución de una acción de protección interpuesta el 9 de abril de este año en la Defensoría del Pueblo. Todas estas acciones cuentan con el respaldo de los moradores del barrio El Capulí, quienes se reúnen a diario para estar vigilantes.

Acciones

La antena se pretende colocar en una vivienda ubicada en el sector, los moradores se oponen ya que aseguran que esto podría afectar su salud. En noviembre del año anterior realizaron una protesta de dos días en la que se negaron a abandonar el sector donde se colocaría la antena.

Aducen que existen presuntas irregularidades en la documentación que presentaron en el Municipio de Loja, como firmas de supuestas personas que no habitan en el lugar, y una socialización a la que no habrían sido invitados.

El dato

La lucha inició en noviembre de 2018 y ha persistido hasta la actualidad.