Pasquines en Internet

Los discursos de odio se están haciendo recurrentes. Vienen generalmente a través de las redes sociales. Son sistemáticos en su aparición, recurrentes y repetitivos en sus mensajes y en los blancos a los cuales disparan. En realidad, impiden el debate equilibrado y empobrecen nuestra cultura política. No pocas personas en Ecuador son sometidas a situaciones repetitivas de humillación.

No tienen arrestos para discutir cara a cara, pero son capaces de cubrir de insultos sin remitente en un pasquín de Internet. Es una (otra) nefasta herencia de la “década ganada”, es cierto, pero reflejo de una gran pobreza intelectual y moral. Ese discurso, en verdad, nos va a hacer más agresivos, más sectarios, más pueblerinos y más reaccionarios, tanto a la derecha como a la izquierda de nuestro espectro político y social.

Dialogan solo con los suyos y ven “el mal” más claro que nadie. No se trata de encorsetar a las redes sociales, sino poner freno a la calumnia, las vejaciones y la manipulación grosera de nuestra historia. Por su recurrencia, cabe pensar en fuentes de financiamiento muy generosas. ¿Quién los sostiene? ¿Con cuál propósito?

La dignidad institucional se ventila a golpe de tuit. Tanta vergüenza genera más vergüenza. Lo importante es la actuación y no la acción. Lo que se ambiciona es influir, no informar ni esclarecer los problemas que padecemos como sociedad, como país. Esto evidencia una alarmante falta de instrumentos legales para proteger a quienes son objeto de estos ataques.


Un hombre con pereza es un reloj sin cuerda”. Jaime Luciano Balmes Filósofo y sacerdote español (1810-1848)No existe pasión más poderosa que la pasión de la pereza”. Samuel Beckett Poeta y novelista irlandés (1906-1989)