¿Somos caídos de la hamaca o nos hacen caer de la hamaca?

Pablo Ruiz Aguirre

La norma en el Ecuador es el arma para defender los intereses de los partidos políticos y los individuales. Y parece que todos obedecen a la misma hipocresía. La legitimidad y la visión de país es lo que menos que cuenta. En febrero de 2018 nos llevaron a consulta popular, costándonos $50 millones de dólares. 35 organizaciones entre ella el ala morenista, CREO, FE, Frente somos Ecuador, PSE, CD, y otros más nos dijeron que estaba mal el Cpccs y que debíamos dar facultades extraordinarias a uno nuevo y elegirlo «democráticamente». Luego, ¿qué pasó?, 61% de la población votó por ello y dijo sí y se reformó la norma:

1.-Se posesionaron a “dedo” en el transitorio Trujillo, Dávila y otros más, muchos de los cuales hicieron y deshicieron, muchos de los que ahora son parte del llamado «Comité de reinstitucionalización». Mientras estos últimos tuvieron el poder, todo era correcto. Pero, acabaron sus funciones y lo primero que hicieron fue empezar a propagar la idea de que hay que eliminar el Cpccs con dicho comité porque era la voluntad de Trujillo-como que fuera santo-. Es decir, defienden personas, no instituciones. ¿Qué los hace más aptos o intocables a ellos? Nada, pero no son caídos de la hamaca.

2.-Va el Cpccs a elecciones en marzo de 2019 (apenas un año después de la consulta popular), ganan los 7 nuevos integrantes. Pierden algunas organizaciones que auspiciaban algunos candidatos pues no salieron favorecidos. No les gustan esos candidatos a muchos políticos. Destituyen a 4 integrantes a través del poder que tienen en la Asamblea y se comienza a escuchar sobre eliminar el Cpccs. ¿Defienden la elección democrática? No, nos pueden hacer caer de la hamaca.

3.-La CC da luz verde para la recolección de firmas para una posible consulta popular para eliminar el Cpccs, ¿quién mocionó esto? Los mismos que fueron del Cpccs-, Dávila y Seraquive, quien fuese secretario de Trujillo. ¿Defienden la institucionalidad? No, pues no son caídos de la hamaca.

Conclusión. Apenas un año y medio después de una consulta y una elección-más de $100 millones-es posible que se dé paso a una nueva consulta, es decir, $50 millones de dólares más, de nuestros impuestos para desaparecer un organismo, por el cual hace año y medio votamos que debe ser elegido democráticamente, por el cual nos dijeron las organizaciones que hicieron la campaña por el sí, que era lo más adecuado para devolver la democracia al país, pero como éstas no ganaron espacios de poder ahora seguramente a través de la Asamblea apoyarán en un futuro su eliminación, tal como apoyaron la destitución de sus miembros. Tal como la banda de quienes fueron parte del transitorio y se creen aún omnipotentes. Todos los que están en la hamaca.

No hay que ser correísta o anticorreísta para entender esto. Ni del gobierno u opositor. Si seguimos tomando decisiones políticas arriba de acuerdo a las parcelas de poder, y acá abajo votando y botando dinero cuando de arriba nos dicen qué hacer, jamás construiremos país. O somos caídos de la hamaca o nos hacen caer de la hamaca.

Correas, Morenos y por su puesto Tuárez, en plural, tendremos ahora y tendremos después, los problemas no son ellos, el problema es que seguimos pensando en personas y no en instituciones y estas últimas solo se construyen con un sistema de respeto a la ley. ¿Queremos quejarnos de dictaduras? Quejémonos de la dictadura de los partidos políticos, que a mansalva acoplan un Estado a sus intereses.

Ser demócrata no es aplaudir la democracia cuando nos favorece, sino cuando incluso está en contra nuestro. Lo que se está haciendo con el país, es jugando al monopolio y nosotros estamos perdiendo hace rato. (O)