Un suicido alarma a los moradores de la parroquia Vilcabamba

Deceso. El cadáver fue llevado al Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Deceso. El cadáver fue llevado al Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
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Deceso. El cadáver fue llevado al Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Deceso. El cadáver fue llevado al Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Deceso. El cadáver fue llevado al Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Deceso. El cadáver fue llevado al Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Deceso. El cadáver fue llevado al Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

La razón que José M. P., de 43 años, tuvo para quitarse la vida se la llevó a la tumba, pero sus familiares están desechos por la inesperada y trágica partida de su ser querido.

Él, oriundo de la provincia de El Oro, la tarde del último martes habría ingerido veneno mientras se encontraba en su vivienda, ubicada en un barrio de la parroquia Vilcabamba, del cantón Loja.

El fuerte estruendo que provenía de un vivero alarmó a la esposa del fallecido. Ella fue a ver qué ocurría y divisa al compañero de su vida sobre el piso convulsionando y con abundante espuma en la boca.

Junto a José M. P. había un frasco vacío que contenía una sustancia venenosa. En ese momento ella pensó lo peor y en medio de la desesperación lo traslada al hospital de Vilcabamba.

En esa casa de salud únicamente se constató que José M. P. ya no tenía signos vitales. El cadáver fue trasladado al Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses del Ministerio de Gobierno.

La razón que José M. P., de 43 años, tuvo para quitarse la vida se la llevó a la tumba, pero sus familiares están desechos por la inesperada y trágica partida de su ser querido.

Él, oriundo de la provincia de El Oro, la tarde del último martes habría ingerido veneno mientras se encontraba en su vivienda, ubicada en un barrio de la parroquia Vilcabamba, del cantón Loja.

El fuerte estruendo que provenía de un vivero alarmó a la esposa del fallecido. Ella fue a ver qué ocurría y divisa al compañero de su vida sobre el piso convulsionando y con abundante espuma en la boca.

Junto a José M. P. había un frasco vacío que contenía una sustancia venenosa. En ese momento ella pensó lo peor y en medio de la desesperación lo traslada al hospital de Vilcabamba.

En esa casa de salud únicamente se constató que José M. P. ya no tenía signos vitales. El cadáver fue trasladado al Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses del Ministerio de Gobierno.

La razón que José M. P., de 43 años, tuvo para quitarse la vida se la llevó a la tumba, pero sus familiares están desechos por la inesperada y trágica partida de su ser querido.

Él, oriundo de la provincia de El Oro, la tarde del último martes habría ingerido veneno mientras se encontraba en su vivienda, ubicada en un barrio de la parroquia Vilcabamba, del cantón Loja.

El fuerte estruendo que provenía de un vivero alarmó a la esposa del fallecido. Ella fue a ver qué ocurría y divisa al compañero de su vida sobre el piso convulsionando y con abundante espuma en la boca.

Junto a José M. P. había un frasco vacío que contenía una sustancia venenosa. En ese momento ella pensó lo peor y en medio de la desesperación lo traslada al hospital de Vilcabamba.

En esa casa de salud únicamente se constató que José M. P. ya no tenía signos vitales. El cadáver fue trasladado al Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses del Ministerio de Gobierno.

La razón que José M. P., de 43 años, tuvo para quitarse la vida se la llevó a la tumba, pero sus familiares están desechos por la inesperada y trágica partida de su ser querido.

Él, oriundo de la provincia de El Oro, la tarde del último martes habría ingerido veneno mientras se encontraba en su vivienda, ubicada en un barrio de la parroquia Vilcabamba, del cantón Loja.

El fuerte estruendo que provenía de un vivero alarmó a la esposa del fallecido. Ella fue a ver qué ocurría y divisa al compañero de su vida sobre el piso convulsionando y con abundante espuma en la boca.

Junto a José M. P. había un frasco vacío que contenía una sustancia venenosa. En ese momento ella pensó lo peor y en medio de la desesperación lo traslada al hospital de Vilcabamba.

En esa casa de salud únicamente se constató que José M. P. ya no tenía signos vitales. El cadáver fue trasladado al Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses del Ministerio de Gobierno.