El Independiente del Valle se prepara para su segunda batalla continental

DUELO. El cuadro ‘Rayado’ se medirá a Colón de Argentina en la final de la Copa Sudamericana 2019.
DUELO. El cuadro ‘Rayado’ se medirá a Colón de Argentina en la final de la Copa Sudamericana 2019.
DUELO. El cuadro ‘Rayado’ se medirá a Colón de Argentina en la final de la Copa Sudamericana 2019.
DUELO. El cuadro ‘Rayado’ se medirá a Colón de Argentina en la final de la Copa Sudamericana 2019.
DUELO. El cuadro ‘Rayado’ se medirá a Colón de Argentina en la final de la Copa Sudamericana 2019.
DUELO. El cuadro ‘Rayado’ se medirá a Colón de Argentina en la final de la Copa Sudamericana 2019.
DUELO. El cuadro ‘Rayado’ se medirá a Colón de Argentina en la final de la Copa Sudamericana 2019.
DUELO. El cuadro ‘Rayado’ se medirá a Colón de Argentina en la final de la Copa Sudamericana 2019.

Redacción EFE

El ecuatoriano Independiente del Valle, viajará hoy a Paraguay para afrontar su segunda batalla por un título continental el próximo sábado frente al argentino Colón de Santa Fe, en Asunción.

«Es la final, la vida, lo que nos vamos a jugar y estamos preparándonos sabiendo que el día sábado va a ser una batalla, una guerra», adelantó ayer el capitán del equipo, Luis Fernando León, en una rueda de prensa antes de partir el miércoles hacia la capital paraguaya donde tendrá lugar la final de la Copa Sudamericana.

Este defensa de 26 años, uno de los veteranos del conjunto, expresó que sus jugadores tienen «la motivación, las ganas y el deseo de jugar».

El Independiente disputó su primera final continental, en ese caso de la Copa Libertadores, en 2016 frente al Atlético Nacional de Medellín, que perdió por un tanto de diferencia en el segundo de los dos partidos enfrentados.

Pero el haber alcanzado la final de la Sudamericana, señala León, no ha sido mera casualidad, sino resultado de tener unos «objetivos muy claros» que se habían marcado desde enero, por lo que «desde el primer segundo vamos a salir a buscar el partido y el torneo».

El mediocampista Efrén Mera añade que, en el plano interno, los jugadores se encuentran «muy tranquilos» a la par que «conscientes de lo que se juega», antes de reconocer que todos son «partícipes de esta historia que estamos viviendo con el club» y que representará a todo el país.

El rival, el argentino Colón de Santa Fe, provincia situada a 500 kilómetros al norte de Buenos Aires, tampoco ha ganado nunca un campeonato de Primera División, pero buscará el sábado en Asunción estrenar su vitrina de trofeos con la Copa Sudamericana.

«La final va a ser un partido durísimo, ellos también están viviendo un sueño como lo estamos viviendo nosotros», afirmó Mera.

Redacción EFE

El ecuatoriano Independiente del Valle, viajará hoy a Paraguay para afrontar su segunda batalla por un título continental el próximo sábado frente al argentino Colón de Santa Fe, en Asunción.

«Es la final, la vida, lo que nos vamos a jugar y estamos preparándonos sabiendo que el día sábado va a ser una batalla, una guerra», adelantó ayer el capitán del equipo, Luis Fernando León, en una rueda de prensa antes de partir el miércoles hacia la capital paraguaya donde tendrá lugar la final de la Copa Sudamericana.

Este defensa de 26 años, uno de los veteranos del conjunto, expresó que sus jugadores tienen «la motivación, las ganas y el deseo de jugar».

El Independiente disputó su primera final continental, en ese caso de la Copa Libertadores, en 2016 frente al Atlético Nacional de Medellín, que perdió por un tanto de diferencia en el segundo de los dos partidos enfrentados.

Pero el haber alcanzado la final de la Sudamericana, señala León, no ha sido mera casualidad, sino resultado de tener unos «objetivos muy claros» que se habían marcado desde enero, por lo que «desde el primer segundo vamos a salir a buscar el partido y el torneo».

El mediocampista Efrén Mera añade que, en el plano interno, los jugadores se encuentran «muy tranquilos» a la par que «conscientes de lo que se juega», antes de reconocer que todos son «partícipes de esta historia que estamos viviendo con el club» y que representará a todo el país.

El rival, el argentino Colón de Santa Fe, provincia situada a 500 kilómetros al norte de Buenos Aires, tampoco ha ganado nunca un campeonato de Primera División, pero buscará el sábado en Asunción estrenar su vitrina de trofeos con la Copa Sudamericana.

«La final va a ser un partido durísimo, ellos también están viviendo un sueño como lo estamos viviendo nosotros», afirmó Mera.

Redacción EFE

El ecuatoriano Independiente del Valle, viajará hoy a Paraguay para afrontar su segunda batalla por un título continental el próximo sábado frente al argentino Colón de Santa Fe, en Asunción.

«Es la final, la vida, lo que nos vamos a jugar y estamos preparándonos sabiendo que el día sábado va a ser una batalla, una guerra», adelantó ayer el capitán del equipo, Luis Fernando León, en una rueda de prensa antes de partir el miércoles hacia la capital paraguaya donde tendrá lugar la final de la Copa Sudamericana.

Este defensa de 26 años, uno de los veteranos del conjunto, expresó que sus jugadores tienen «la motivación, las ganas y el deseo de jugar».

El Independiente disputó su primera final continental, en ese caso de la Copa Libertadores, en 2016 frente al Atlético Nacional de Medellín, que perdió por un tanto de diferencia en el segundo de los dos partidos enfrentados.

Pero el haber alcanzado la final de la Sudamericana, señala León, no ha sido mera casualidad, sino resultado de tener unos «objetivos muy claros» que se habían marcado desde enero, por lo que «desde el primer segundo vamos a salir a buscar el partido y el torneo».

El mediocampista Efrén Mera añade que, en el plano interno, los jugadores se encuentran «muy tranquilos» a la par que «conscientes de lo que se juega», antes de reconocer que todos son «partícipes de esta historia que estamos viviendo con el club» y que representará a todo el país.

El rival, el argentino Colón de Santa Fe, provincia situada a 500 kilómetros al norte de Buenos Aires, tampoco ha ganado nunca un campeonato de Primera División, pero buscará el sábado en Asunción estrenar su vitrina de trofeos con la Copa Sudamericana.

«La final va a ser un partido durísimo, ellos también están viviendo un sueño como lo estamos viviendo nosotros», afirmó Mera.

Redacción EFE

El ecuatoriano Independiente del Valle, viajará hoy a Paraguay para afrontar su segunda batalla por un título continental el próximo sábado frente al argentino Colón de Santa Fe, en Asunción.

«Es la final, la vida, lo que nos vamos a jugar y estamos preparándonos sabiendo que el día sábado va a ser una batalla, una guerra», adelantó ayer el capitán del equipo, Luis Fernando León, en una rueda de prensa antes de partir el miércoles hacia la capital paraguaya donde tendrá lugar la final de la Copa Sudamericana.

Este defensa de 26 años, uno de los veteranos del conjunto, expresó que sus jugadores tienen «la motivación, las ganas y el deseo de jugar».

El Independiente disputó su primera final continental, en ese caso de la Copa Libertadores, en 2016 frente al Atlético Nacional de Medellín, que perdió por un tanto de diferencia en el segundo de los dos partidos enfrentados.

Pero el haber alcanzado la final de la Sudamericana, señala León, no ha sido mera casualidad, sino resultado de tener unos «objetivos muy claros» que se habían marcado desde enero, por lo que «desde el primer segundo vamos a salir a buscar el partido y el torneo».

El mediocampista Efrén Mera añade que, en el plano interno, los jugadores se encuentran «muy tranquilos» a la par que «conscientes de lo que se juega», antes de reconocer que todos son «partícipes de esta historia que estamos viviendo con el club» y que representará a todo el país.

El rival, el argentino Colón de Santa Fe, provincia situada a 500 kilómetros al norte de Buenos Aires, tampoco ha ganado nunca un campeonato de Primera División, pero buscará el sábado en Asunción estrenar su vitrina de trofeos con la Copa Sudamericana.

«La final va a ser un partido durísimo, ellos también están viviendo un sueño como lo estamos viviendo nosotros», afirmó Mera.