La pedagogía afectiva

EDUCACIÓN. La pedagogía afectiva transfiere a los educandos competencias afectivas. (Foto https://concepto.de/pedagogia/)
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EDUCACIÓN. La pedagogía afectiva transfiere a los educandos competencias afectivas. (Foto https://concepto.de/pedagogia/)
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La enseñanza gira en torno a ‘tres áreas: el amor a sí mismo, el amor a los otros y el amor al mundo y al conocimiento”.

En la actualidad existe un vacío en cuanto a la formación afectiva, por la mayoría de los modelos pedagógicos y se transforma en una didáctica existencial y pasa a definirse como una pedagogía afectiva. La pedagogía afectiva representa un adelanto de la pedagogía conceptual, “cuyo propósito es educar individuos felices con competencias afectivas intrapersonales, interpersonales y socio-grupales desplegadas”.

La educación de la afectividad hoy es crucial ya que es el núcleo de una educación humana integradora de la personalidad y que se oriente a formar seres humanos integrales. Porque la educación valedera hoy sin menosprecio de la importancia del conocimiento debe estar al servicio del ser humano.

Las competencias afectivas deben desarrollarse por la influencia categórica sobre el rendimiento cognitivo y si se desea mejorar éste definitivamente hay que ocuparse de la parte emotiva del alumno.

¿Qué enseña la pedagogía afectiva?

La enseñanza de la pedagogía afectiva gira en torno a “tres áreas curriculares fundamentales: el amor a sí mismo, el amor a los otros y el amor al mundo y al conocimiento”. Definiendo así una parte del currículo de la pedagogía afectiva, el hexágono pedagógico.

El amor a sí mismo debe llevar al sujeto a conocerse, valorarse y gobernarse, porque es crucial que el mismo individuo aprenda a auto valorarse, proponerse fines, motivarse a sí mismo y aguantar el esfuerzo diario.

En cambio, el amor al otro, vincula al educando con otro sector trascendental de la realidad humana: la sociedad, los seres humanos. Lo dice la antropología filosófica que no se puede ser sin los otros; por tanto, las relaciones interpersonales nos definen y el amor humano nos determina, sin él nuestro mundo y existencia serían terriblemente pobres.

El amor al mundo y conocimiento son dos realidades que nos acompañaran en nuestra itinerancia hasta el final, aprender a ser cocreadores, cuidar, amar el planeta y desentrañar sus misterios a través el conocimiento y aprender, valorar y utilizar hoy el legado inmenso de conocimientos dejados por nuestros ancestros en una realidad global donde el conocimiento es la nueva clave de adaptación y supervivencia. Aquí cabe una pregunta primordial: ¿qué enseñar para formar personas felices? Y vale la pena buscar respuestas.

El método de la pedagogía afectiva

Fernando Savater sostiene que los humanos aprendemos y enseñamos a otros, y que compartimos con ellos nuestros conocimientos, nuestros sentimientos más valiosos, igual que ellos hacen con nosotros. Y cuando esto se logra con los estudiantes estamos inmersos ya en la pedagogía del amor, el verdadero arte de enseñar.

La pedagogía afectiva se apoya en enseñanza instrumental operacional o conjunto de pasos que desarrolló la pedagogía conceptual para poder transferir a los educandos competencias afectivas. Tiene tres fases: 1) afectiva: que muestra la importancia y validez del aprendizaje, creando valoraciones hacia el sentido del aprendizaje 2) cognitiva: permite comprender racionalmente el instrumento o mecanismo y 3) expresiva: donde se camina y despliega las operaciones afectivas optar y valorar.

Los recursos metodológicos son básicamente: a) la literatura: que encarna a sujetos reales de manera magnífica, b) la psicología de la personalidad: que busca explicar las leyes generales de la naturaleza humana, y c) los juegos de rol-simulación: que permite escenificar, ejercitar y revisar el saber hacer y el saber actuar. (RERO)

Reporte Educa

Nos cuentan que:

1. Los docentes están esperando los procesos de capacitación.

2. La mayoría de instituciones educativas esperan la designación de autoridades en base al perfil requerido.

3. Los estudiantes se preparan para el desfile cultural.

La enseñanza gira en torno a ‘tres áreas: el amor a sí mismo, el amor a los otros y el amor al mundo y al conocimiento”.

En la actualidad existe un vacío en cuanto a la formación afectiva, por la mayoría de los modelos pedagógicos y se transforma en una didáctica existencial y pasa a definirse como una pedagogía afectiva. La pedagogía afectiva representa un adelanto de la pedagogía conceptual, “cuyo propósito es educar individuos felices con competencias afectivas intrapersonales, interpersonales y socio-grupales desplegadas”.

La educación de la afectividad hoy es crucial ya que es el núcleo de una educación humana integradora de la personalidad y que se oriente a formar seres humanos integrales. Porque la educación valedera hoy sin menosprecio de la importancia del conocimiento debe estar al servicio del ser humano.

Las competencias afectivas deben desarrollarse por la influencia categórica sobre el rendimiento cognitivo y si se desea mejorar éste definitivamente hay que ocuparse de la parte emotiva del alumno.

¿Qué enseña la pedagogía afectiva?

La enseñanza de la pedagogía afectiva gira en torno a “tres áreas curriculares fundamentales: el amor a sí mismo, el amor a los otros y el amor al mundo y al conocimiento”. Definiendo así una parte del currículo de la pedagogía afectiva, el hexágono pedagógico.

El amor a sí mismo debe llevar al sujeto a conocerse, valorarse y gobernarse, porque es crucial que el mismo individuo aprenda a auto valorarse, proponerse fines, motivarse a sí mismo y aguantar el esfuerzo diario.

En cambio, el amor al otro, vincula al educando con otro sector trascendental de la realidad humana: la sociedad, los seres humanos. Lo dice la antropología filosófica que no se puede ser sin los otros; por tanto, las relaciones interpersonales nos definen y el amor humano nos determina, sin él nuestro mundo y existencia serían terriblemente pobres.

El amor al mundo y conocimiento son dos realidades que nos acompañaran en nuestra itinerancia hasta el final, aprender a ser cocreadores, cuidar, amar el planeta y desentrañar sus misterios a través el conocimiento y aprender, valorar y utilizar hoy el legado inmenso de conocimientos dejados por nuestros ancestros en una realidad global donde el conocimiento es la nueva clave de adaptación y supervivencia. Aquí cabe una pregunta primordial: ¿qué enseñar para formar personas felices? Y vale la pena buscar respuestas.

El método de la pedagogía afectiva

Fernando Savater sostiene que los humanos aprendemos y enseñamos a otros, y que compartimos con ellos nuestros conocimientos, nuestros sentimientos más valiosos, igual que ellos hacen con nosotros. Y cuando esto se logra con los estudiantes estamos inmersos ya en la pedagogía del amor, el verdadero arte de enseñar.

La pedagogía afectiva se apoya en enseñanza instrumental operacional o conjunto de pasos que desarrolló la pedagogía conceptual para poder transferir a los educandos competencias afectivas. Tiene tres fases: 1) afectiva: que muestra la importancia y validez del aprendizaje, creando valoraciones hacia el sentido del aprendizaje 2) cognitiva: permite comprender racionalmente el instrumento o mecanismo y 3) expresiva: donde se camina y despliega las operaciones afectivas optar y valorar.

Los recursos metodológicos son básicamente: a) la literatura: que encarna a sujetos reales de manera magnífica, b) la psicología de la personalidad: que busca explicar las leyes generales de la naturaleza humana, y c) los juegos de rol-simulación: que permite escenificar, ejercitar y revisar el saber hacer y el saber actuar. (RERO)

Reporte Educa

Nos cuentan que:

1. Los docentes están esperando los procesos de capacitación.

2. La mayoría de instituciones educativas esperan la designación de autoridades en base al perfil requerido.

3. Los estudiantes se preparan para el desfile cultural.

La enseñanza gira en torno a ‘tres áreas: el amor a sí mismo, el amor a los otros y el amor al mundo y al conocimiento”.

En la actualidad existe un vacío en cuanto a la formación afectiva, por la mayoría de los modelos pedagógicos y se transforma en una didáctica existencial y pasa a definirse como una pedagogía afectiva. La pedagogía afectiva representa un adelanto de la pedagogía conceptual, “cuyo propósito es educar individuos felices con competencias afectivas intrapersonales, interpersonales y socio-grupales desplegadas”.

La educación de la afectividad hoy es crucial ya que es el núcleo de una educación humana integradora de la personalidad y que se oriente a formar seres humanos integrales. Porque la educación valedera hoy sin menosprecio de la importancia del conocimiento debe estar al servicio del ser humano.

Las competencias afectivas deben desarrollarse por la influencia categórica sobre el rendimiento cognitivo y si se desea mejorar éste definitivamente hay que ocuparse de la parte emotiva del alumno.

¿Qué enseña la pedagogía afectiva?

La enseñanza de la pedagogía afectiva gira en torno a “tres áreas curriculares fundamentales: el amor a sí mismo, el amor a los otros y el amor al mundo y al conocimiento”. Definiendo así una parte del currículo de la pedagogía afectiva, el hexágono pedagógico.

El amor a sí mismo debe llevar al sujeto a conocerse, valorarse y gobernarse, porque es crucial que el mismo individuo aprenda a auto valorarse, proponerse fines, motivarse a sí mismo y aguantar el esfuerzo diario.

En cambio, el amor al otro, vincula al educando con otro sector trascendental de la realidad humana: la sociedad, los seres humanos. Lo dice la antropología filosófica que no se puede ser sin los otros; por tanto, las relaciones interpersonales nos definen y el amor humano nos determina, sin él nuestro mundo y existencia serían terriblemente pobres.

El amor al mundo y conocimiento son dos realidades que nos acompañaran en nuestra itinerancia hasta el final, aprender a ser cocreadores, cuidar, amar el planeta y desentrañar sus misterios a través el conocimiento y aprender, valorar y utilizar hoy el legado inmenso de conocimientos dejados por nuestros ancestros en una realidad global donde el conocimiento es la nueva clave de adaptación y supervivencia. Aquí cabe una pregunta primordial: ¿qué enseñar para formar personas felices? Y vale la pena buscar respuestas.

El método de la pedagogía afectiva

Fernando Savater sostiene que los humanos aprendemos y enseñamos a otros, y que compartimos con ellos nuestros conocimientos, nuestros sentimientos más valiosos, igual que ellos hacen con nosotros. Y cuando esto se logra con los estudiantes estamos inmersos ya en la pedagogía del amor, el verdadero arte de enseñar.

La pedagogía afectiva se apoya en enseñanza instrumental operacional o conjunto de pasos que desarrolló la pedagogía conceptual para poder transferir a los educandos competencias afectivas. Tiene tres fases: 1) afectiva: que muestra la importancia y validez del aprendizaje, creando valoraciones hacia el sentido del aprendizaje 2) cognitiva: permite comprender racionalmente el instrumento o mecanismo y 3) expresiva: donde se camina y despliega las operaciones afectivas optar y valorar.

Los recursos metodológicos son básicamente: a) la literatura: que encarna a sujetos reales de manera magnífica, b) la psicología de la personalidad: que busca explicar las leyes generales de la naturaleza humana, y c) los juegos de rol-simulación: que permite escenificar, ejercitar y revisar el saber hacer y el saber actuar. (RERO)

Reporte Educa

Nos cuentan que:

1. Los docentes están esperando los procesos de capacitación.

2. La mayoría de instituciones educativas esperan la designación de autoridades en base al perfil requerido.

3. Los estudiantes se preparan para el desfile cultural.

La enseñanza gira en torno a ‘tres áreas: el amor a sí mismo, el amor a los otros y el amor al mundo y al conocimiento”.

En la actualidad existe un vacío en cuanto a la formación afectiva, por la mayoría de los modelos pedagógicos y se transforma en una didáctica existencial y pasa a definirse como una pedagogía afectiva. La pedagogía afectiva representa un adelanto de la pedagogía conceptual, “cuyo propósito es educar individuos felices con competencias afectivas intrapersonales, interpersonales y socio-grupales desplegadas”.

La educación de la afectividad hoy es crucial ya que es el núcleo de una educación humana integradora de la personalidad y que se oriente a formar seres humanos integrales. Porque la educación valedera hoy sin menosprecio de la importancia del conocimiento debe estar al servicio del ser humano.

Las competencias afectivas deben desarrollarse por la influencia categórica sobre el rendimiento cognitivo y si se desea mejorar éste definitivamente hay que ocuparse de la parte emotiva del alumno.

¿Qué enseña la pedagogía afectiva?

La enseñanza de la pedagogía afectiva gira en torno a “tres áreas curriculares fundamentales: el amor a sí mismo, el amor a los otros y el amor al mundo y al conocimiento”. Definiendo así una parte del currículo de la pedagogía afectiva, el hexágono pedagógico.

El amor a sí mismo debe llevar al sujeto a conocerse, valorarse y gobernarse, porque es crucial que el mismo individuo aprenda a auto valorarse, proponerse fines, motivarse a sí mismo y aguantar el esfuerzo diario.

En cambio, el amor al otro, vincula al educando con otro sector trascendental de la realidad humana: la sociedad, los seres humanos. Lo dice la antropología filosófica que no se puede ser sin los otros; por tanto, las relaciones interpersonales nos definen y el amor humano nos determina, sin él nuestro mundo y existencia serían terriblemente pobres.

El amor al mundo y conocimiento son dos realidades que nos acompañaran en nuestra itinerancia hasta el final, aprender a ser cocreadores, cuidar, amar el planeta y desentrañar sus misterios a través el conocimiento y aprender, valorar y utilizar hoy el legado inmenso de conocimientos dejados por nuestros ancestros en una realidad global donde el conocimiento es la nueva clave de adaptación y supervivencia. Aquí cabe una pregunta primordial: ¿qué enseñar para formar personas felices? Y vale la pena buscar respuestas.

El método de la pedagogía afectiva

Fernando Savater sostiene que los humanos aprendemos y enseñamos a otros, y que compartimos con ellos nuestros conocimientos, nuestros sentimientos más valiosos, igual que ellos hacen con nosotros. Y cuando esto se logra con los estudiantes estamos inmersos ya en la pedagogía del amor, el verdadero arte de enseñar.

La pedagogía afectiva se apoya en enseñanza instrumental operacional o conjunto de pasos que desarrolló la pedagogía conceptual para poder transferir a los educandos competencias afectivas. Tiene tres fases: 1) afectiva: que muestra la importancia y validez del aprendizaje, creando valoraciones hacia el sentido del aprendizaje 2) cognitiva: permite comprender racionalmente el instrumento o mecanismo y 3) expresiva: donde se camina y despliega las operaciones afectivas optar y valorar.

Los recursos metodológicos son básicamente: a) la literatura: que encarna a sujetos reales de manera magnífica, b) la psicología de la personalidad: que busca explicar las leyes generales de la naturaleza humana, y c) los juegos de rol-simulación: que permite escenificar, ejercitar y revisar el saber hacer y el saber actuar. (RERO)

Reporte Educa

Nos cuentan que:

1. Los docentes están esperando los procesos de capacitación.

2. La mayoría de instituciones educativas esperan la designación de autoridades en base al perfil requerido.

3. Los estudiantes se preparan para el desfile cultural.