A Loja hay que vivirla a pie

Lucía Margarita Figueroa Robles

No cabe duda que en el transcurso de los últimos años, el paisaje de las ciudades ha sido renovado debido al surgimiento de diversos movimientos culturales que se han abocado a las calles para compartir su talento al público, encontrándose con la difícil tarea de transmitir a los demás su arte, con recursos propios o algún apoyo mínimo gubernamental; de ahí que un conjunto heterogéneo de artistas, ha ido desarrollando su modo de expresión no únicamente en las galerías, sino también en las calles, en las parroquias, en los parques; para expandir arte a todos los rincones. Así es la fiesta de los lojanos, que con orgullo celebramos los 199 años de la gesta independentista, haciendo lo que más nos gusta arte y cultura para todos.

Y es que a Loja hay que vivirla a pie o en bici, disfrutando del aroma placentero de sus calles añejas, recibiendo saludos y sonrisas en cada esquina en una ciudad afectuosa y acogedora que abre sus puertas a propios y extraños; conociendo parques temáticos con representaciones etno – culturales o deleitándose con una variada y exquisita gastronomía. A Loja hay que vivirla a pie, asistiendo al desfile de comparsas, y carros alegóricos, con la participación de entidades públicas y privadas; para posteriormente recorrer los teatros y las plazas que nos ofrecerán múltiples espectáculos para todos los gustos. A Loja hay que vivirla en el arte urbano y también el clásico; en los murales, grafitis, esténcil, en un concierto sinfónico, el teatro, y la danza; en los bares donde se hace poesía o desde donde renacen verdaderas leyendas. Pero particularmente, la esencia de Loja se siente en sus habitantes que a través del arte se agolpan a las calles llevando un mensaje de hermandad y paz hoy que celebramos nuestra libertad. (O)

[email protected]

Lucía Margarita Figueroa Robles

No cabe duda que en el transcurso de los últimos años, el paisaje de las ciudades ha sido renovado debido al surgimiento de diversos movimientos culturales que se han abocado a las calles para compartir su talento al público, encontrándose con la difícil tarea de transmitir a los demás su arte, con recursos propios o algún apoyo mínimo gubernamental; de ahí que un conjunto heterogéneo de artistas, ha ido desarrollando su modo de expresión no únicamente en las galerías, sino también en las calles, en las parroquias, en los parques; para expandir arte a todos los rincones. Así es la fiesta de los lojanos, que con orgullo celebramos los 199 años de la gesta independentista, haciendo lo que más nos gusta arte y cultura para todos.

Y es que a Loja hay que vivirla a pie o en bici, disfrutando del aroma placentero de sus calles añejas, recibiendo saludos y sonrisas en cada esquina en una ciudad afectuosa y acogedora que abre sus puertas a propios y extraños; conociendo parques temáticos con representaciones etno – culturales o deleitándose con una variada y exquisita gastronomía. A Loja hay que vivirla a pie, asistiendo al desfile de comparsas, y carros alegóricos, con la participación de entidades públicas y privadas; para posteriormente recorrer los teatros y las plazas que nos ofrecerán múltiples espectáculos para todos los gustos. A Loja hay que vivirla en el arte urbano y también el clásico; en los murales, grafitis, esténcil, en un concierto sinfónico, el teatro, y la danza; en los bares donde se hace poesía o desde donde renacen verdaderas leyendas. Pero particularmente, la esencia de Loja se siente en sus habitantes que a través del arte se agolpan a las calles llevando un mensaje de hermandad y paz hoy que celebramos nuestra libertad. (O)

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No cabe duda que en el transcurso de los últimos años, el paisaje de las ciudades ha sido renovado debido al surgimiento de diversos movimientos culturales que se han abocado a las calles para compartir su talento al público, encontrándose con la difícil tarea de transmitir a los demás su arte, con recursos propios o algún apoyo mínimo gubernamental; de ahí que un conjunto heterogéneo de artistas, ha ido desarrollando su modo de expresión no únicamente en las galerías, sino también en las calles, en las parroquias, en los parques; para expandir arte a todos los rincones. Así es la fiesta de los lojanos, que con orgullo celebramos los 199 años de la gesta independentista, haciendo lo que más nos gusta arte y cultura para todos.

Y es que a Loja hay que vivirla a pie o en bici, disfrutando del aroma placentero de sus calles añejas, recibiendo saludos y sonrisas en cada esquina en una ciudad afectuosa y acogedora que abre sus puertas a propios y extraños; conociendo parques temáticos con representaciones etno – culturales o deleitándose con una variada y exquisita gastronomía. A Loja hay que vivirla a pie, asistiendo al desfile de comparsas, y carros alegóricos, con la participación de entidades públicas y privadas; para posteriormente recorrer los teatros y las plazas que nos ofrecerán múltiples espectáculos para todos los gustos. A Loja hay que vivirla en el arte urbano y también el clásico; en los murales, grafitis, esténcil, en un concierto sinfónico, el teatro, y la danza; en los bares donde se hace poesía o desde donde renacen verdaderas leyendas. Pero particularmente, la esencia de Loja se siente en sus habitantes que a través del arte se agolpan a las calles llevando un mensaje de hermandad y paz hoy que celebramos nuestra libertad. (O)

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No cabe duda que en el transcurso de los últimos años, el paisaje de las ciudades ha sido renovado debido al surgimiento de diversos movimientos culturales que se han abocado a las calles para compartir su talento al público, encontrándose con la difícil tarea de transmitir a los demás su arte, con recursos propios o algún apoyo mínimo gubernamental; de ahí que un conjunto heterogéneo de artistas, ha ido desarrollando su modo de expresión no únicamente en las galerías, sino también en las calles, en las parroquias, en los parques; para expandir arte a todos los rincones. Así es la fiesta de los lojanos, que con orgullo celebramos los 199 años de la gesta independentista, haciendo lo que más nos gusta arte y cultura para todos.

Y es que a Loja hay que vivirla a pie o en bici, disfrutando del aroma placentero de sus calles añejas, recibiendo saludos y sonrisas en cada esquina en una ciudad afectuosa y acogedora que abre sus puertas a propios y extraños; conociendo parques temáticos con representaciones etno – culturales o deleitándose con una variada y exquisita gastronomía. A Loja hay que vivirla a pie, asistiendo al desfile de comparsas, y carros alegóricos, con la participación de entidades públicas y privadas; para posteriormente recorrer los teatros y las plazas que nos ofrecerán múltiples espectáculos para todos los gustos. A Loja hay que vivirla en el arte urbano y también el clásico; en los murales, grafitis, esténcil, en un concierto sinfónico, el teatro, y la danza; en los bares donde se hace poesía o desde donde renacen verdaderas leyendas. Pero particularmente, la esencia de Loja se siente en sus habitantes que a través del arte se agolpan a las calles llevando un mensaje de hermandad y paz hoy que celebramos nuestra libertad. (O)

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