Convulsión

Rodrigo Santillán Peralbo

En América Latina existe una convulsión social que determinará el futuro económico y político. En Chile, luego de 30 años de políticas neoliberales, el pueblo se levanta para exigir justicia social e igualdad. En Bolivia se produjo un golpe de estado provocado por las oligarquías de las derechas con el patrocinio de Estados Unidos.

Evo Morales cometió errores que facilitaron su derrocamiento por parte de los altos mandos militares y policiales con el auspicio de Mesa y Camacho que organizaron violentas protestas para exigir la renuncia del reelecto presidente Evo Morales que, ingenuamente, pidió a la OEA que auditara-supervisara, el proceso electoral a sabiendas que esa organización es un ministerio de las colonias de Estados Unidos en Latinoamérica, y que tiene como secretario general a Almagro, alias “perro loco”, expulsado del Frente Amplio de Uruguay, pero que, dócilmente, obedece las órdenes de la Casa Blanca.

La violencia de la oposición obligó a Morales a que presentara la renuncia a la Presidencia de Bolivia. La ejecutó para salvar la vida de muchos inocentes, como las familias de altos funcionarios que fueron secuestradas por seguidores de Mesa y Camacho, para obligarles a renunciar a sus cargos.

Por esa razón, Morales decía: “Pido a mi pueblo con mucho cariño y respeto cuidar la paz y no caer en la violencia de grupos que buscan destruir el Estado de Derecho. No podemos enfrentarnos entre hermanos bolivianos. Hago un llamado urgente a resolver cualquier diferencia con el diálogo y la concertación”.

Sólo que la derecha violenta que recibe órdenes y estrategias desde la Embajada de Estados Unidos en La Paz, se hizo de oídos sordos para perpetrar, inclusive, actos criminales. Bolivia tiene una Presidenta interina ilegal e inconstitucional.

[email protected]

Rodrigo Santillán Peralbo

En América Latina existe una convulsión social que determinará el futuro económico y político. En Chile, luego de 30 años de políticas neoliberales, el pueblo se levanta para exigir justicia social e igualdad. En Bolivia se produjo un golpe de estado provocado por las oligarquías de las derechas con el patrocinio de Estados Unidos.

Evo Morales cometió errores que facilitaron su derrocamiento por parte de los altos mandos militares y policiales con el auspicio de Mesa y Camacho que organizaron violentas protestas para exigir la renuncia del reelecto presidente Evo Morales que, ingenuamente, pidió a la OEA que auditara-supervisara, el proceso electoral a sabiendas que esa organización es un ministerio de las colonias de Estados Unidos en Latinoamérica, y que tiene como secretario general a Almagro, alias “perro loco”, expulsado del Frente Amplio de Uruguay, pero que, dócilmente, obedece las órdenes de la Casa Blanca.

La violencia de la oposición obligó a Morales a que presentara la renuncia a la Presidencia de Bolivia. La ejecutó para salvar la vida de muchos inocentes, como las familias de altos funcionarios que fueron secuestradas por seguidores de Mesa y Camacho, para obligarles a renunciar a sus cargos.

Por esa razón, Morales decía: “Pido a mi pueblo con mucho cariño y respeto cuidar la paz y no caer en la violencia de grupos que buscan destruir el Estado de Derecho. No podemos enfrentarnos entre hermanos bolivianos. Hago un llamado urgente a resolver cualquier diferencia con el diálogo y la concertación”.

Sólo que la derecha violenta que recibe órdenes y estrategias desde la Embajada de Estados Unidos en La Paz, se hizo de oídos sordos para perpetrar, inclusive, actos criminales. Bolivia tiene una Presidenta interina ilegal e inconstitucional.

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En América Latina existe una convulsión social que determinará el futuro económico y político. En Chile, luego de 30 años de políticas neoliberales, el pueblo se levanta para exigir justicia social e igualdad. En Bolivia se produjo un golpe de estado provocado por las oligarquías de las derechas con el patrocinio de Estados Unidos.

Evo Morales cometió errores que facilitaron su derrocamiento por parte de los altos mandos militares y policiales con el auspicio de Mesa y Camacho que organizaron violentas protestas para exigir la renuncia del reelecto presidente Evo Morales que, ingenuamente, pidió a la OEA que auditara-supervisara, el proceso electoral a sabiendas que esa organización es un ministerio de las colonias de Estados Unidos en Latinoamérica, y que tiene como secretario general a Almagro, alias “perro loco”, expulsado del Frente Amplio de Uruguay, pero que, dócilmente, obedece las órdenes de la Casa Blanca.

La violencia de la oposición obligó a Morales a que presentara la renuncia a la Presidencia de Bolivia. La ejecutó para salvar la vida de muchos inocentes, como las familias de altos funcionarios que fueron secuestradas por seguidores de Mesa y Camacho, para obligarles a renunciar a sus cargos.

Por esa razón, Morales decía: “Pido a mi pueblo con mucho cariño y respeto cuidar la paz y no caer en la violencia de grupos que buscan destruir el Estado de Derecho. No podemos enfrentarnos entre hermanos bolivianos. Hago un llamado urgente a resolver cualquier diferencia con el diálogo y la concertación”.

Sólo que la derecha violenta que recibe órdenes y estrategias desde la Embajada de Estados Unidos en La Paz, se hizo de oídos sordos para perpetrar, inclusive, actos criminales. Bolivia tiene una Presidenta interina ilegal e inconstitucional.

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En América Latina existe una convulsión social que determinará el futuro económico y político. En Chile, luego de 30 años de políticas neoliberales, el pueblo se levanta para exigir justicia social e igualdad. En Bolivia se produjo un golpe de estado provocado por las oligarquías de las derechas con el patrocinio de Estados Unidos.

Evo Morales cometió errores que facilitaron su derrocamiento por parte de los altos mandos militares y policiales con el auspicio de Mesa y Camacho que organizaron violentas protestas para exigir la renuncia del reelecto presidente Evo Morales que, ingenuamente, pidió a la OEA que auditara-supervisara, el proceso electoral a sabiendas que esa organización es un ministerio de las colonias de Estados Unidos en Latinoamérica, y que tiene como secretario general a Almagro, alias “perro loco”, expulsado del Frente Amplio de Uruguay, pero que, dócilmente, obedece las órdenes de la Casa Blanca.

La violencia de la oposición obligó a Morales a que presentara la renuncia a la Presidencia de Bolivia. La ejecutó para salvar la vida de muchos inocentes, como las familias de altos funcionarios que fueron secuestradas por seguidores de Mesa y Camacho, para obligarles a renunciar a sus cargos.

Por esa razón, Morales decía: “Pido a mi pueblo con mucho cariño y respeto cuidar la paz y no caer en la violencia de grupos que buscan destruir el Estado de Derecho. No podemos enfrentarnos entre hermanos bolivianos. Hago un llamado urgente a resolver cualquier diferencia con el diálogo y la concertación”.

Sólo que la derecha violenta que recibe órdenes y estrategias desde la Embajada de Estados Unidos en La Paz, se hizo de oídos sordos para perpetrar, inclusive, actos criminales. Bolivia tiene una Presidenta interina ilegal e inconstitucional.

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