Salvar a Solca

Santiago Armijos Valdivieso

Es un consenso en el Ecuador de que Solca es una institución altruista que cumple con esmero, piedad y valentía la difícil lucha contra la monstruosa enfermedad del cáncer.

La excelente organización que la caracteriza y el celoso cuidado de sus recursos económicos le han permitido innovar y mejorar la atención a los dolientes a través de la contratación de los mejores profesionales médicos y de la permanente adquisición y renovación de equipos de vanguardia tecnológica.

Lamentablemente, todo ese ejemplar accionar, que brota del buen corazón de la organización ciudadana, afronta un gravísimo momento, tanto por la falta de entrega de recursos gubernamentales, que por ley le corresponden, como por el inexistente reintegro de fondos del Ministerio de Salud y del IESS debido a la atención de pacientes derivados.

La situación es tan delicada que los presidentes de los distintos núcleos de Solca han expresado públicamente que, de no recibir los valores adeudados, los hospitales y centros oncológicos a su cargo colapsarán y deberán cerrar sus puertas a millares de ecuatorianos, quienes deben luchar con la espantosa enfermedad.

Frente a ello, debemos hacer fuerza común para que esta urgente necesidad colectiva sea atendida por parte del Gobierno Central, mediante un serio e inmediato plan de pagos de lo adeudado, y, adicionalmente, con el ineludible y certero compromiso de que el tributo del 0.50% a las operaciones de crédito del sistema financiero sea transferido automáticamente a Solca, sin necesidad de pasar por las manos indolentes de la burocracia económica gubernamental.

Porque la salud y la vida deben ser las inalterables prioridades del Estado Constitucional de Derechos y Justicia Social, proclamado en el Art. 1 de la Constitución, el Gobierno Nacional debe salvar a Solca y con ello evitar la muerte de miles de compatriotas. (O)

[email protected]

Santiago Armijos Valdivieso

Es un consenso en el Ecuador de que Solca es una institución altruista que cumple con esmero, piedad y valentía la difícil lucha contra la monstruosa enfermedad del cáncer.

La excelente organización que la caracteriza y el celoso cuidado de sus recursos económicos le han permitido innovar y mejorar la atención a los dolientes a través de la contratación de los mejores profesionales médicos y de la permanente adquisición y renovación de equipos de vanguardia tecnológica.

Lamentablemente, todo ese ejemplar accionar, que brota del buen corazón de la organización ciudadana, afronta un gravísimo momento, tanto por la falta de entrega de recursos gubernamentales, que por ley le corresponden, como por el inexistente reintegro de fondos del Ministerio de Salud y del IESS debido a la atención de pacientes derivados.

La situación es tan delicada que los presidentes de los distintos núcleos de Solca han expresado públicamente que, de no recibir los valores adeudados, los hospitales y centros oncológicos a su cargo colapsarán y deberán cerrar sus puertas a millares de ecuatorianos, quienes deben luchar con la espantosa enfermedad.

Frente a ello, debemos hacer fuerza común para que esta urgente necesidad colectiva sea atendida por parte del Gobierno Central, mediante un serio e inmediato plan de pagos de lo adeudado, y, adicionalmente, con el ineludible y certero compromiso de que el tributo del 0.50% a las operaciones de crédito del sistema financiero sea transferido automáticamente a Solca, sin necesidad de pasar por las manos indolentes de la burocracia económica gubernamental.

Porque la salud y la vida deben ser las inalterables prioridades del Estado Constitucional de Derechos y Justicia Social, proclamado en el Art. 1 de la Constitución, el Gobierno Nacional debe salvar a Solca y con ello evitar la muerte de miles de compatriotas. (O)

[email protected]

Santiago Armijos Valdivieso

Es un consenso en el Ecuador de que Solca es una institución altruista que cumple con esmero, piedad y valentía la difícil lucha contra la monstruosa enfermedad del cáncer.

La excelente organización que la caracteriza y el celoso cuidado de sus recursos económicos le han permitido innovar y mejorar la atención a los dolientes a través de la contratación de los mejores profesionales médicos y de la permanente adquisición y renovación de equipos de vanguardia tecnológica.

Lamentablemente, todo ese ejemplar accionar, que brota del buen corazón de la organización ciudadana, afronta un gravísimo momento, tanto por la falta de entrega de recursos gubernamentales, que por ley le corresponden, como por el inexistente reintegro de fondos del Ministerio de Salud y del IESS debido a la atención de pacientes derivados.

La situación es tan delicada que los presidentes de los distintos núcleos de Solca han expresado públicamente que, de no recibir los valores adeudados, los hospitales y centros oncológicos a su cargo colapsarán y deberán cerrar sus puertas a millares de ecuatorianos, quienes deben luchar con la espantosa enfermedad.

Frente a ello, debemos hacer fuerza común para que esta urgente necesidad colectiva sea atendida por parte del Gobierno Central, mediante un serio e inmediato plan de pagos de lo adeudado, y, adicionalmente, con el ineludible y certero compromiso de que el tributo del 0.50% a las operaciones de crédito del sistema financiero sea transferido automáticamente a Solca, sin necesidad de pasar por las manos indolentes de la burocracia económica gubernamental.

Porque la salud y la vida deben ser las inalterables prioridades del Estado Constitucional de Derechos y Justicia Social, proclamado en el Art. 1 de la Constitución, el Gobierno Nacional debe salvar a Solca y con ello evitar la muerte de miles de compatriotas. (O)

[email protected]

Santiago Armijos Valdivieso

Es un consenso en el Ecuador de que Solca es una institución altruista que cumple con esmero, piedad y valentía la difícil lucha contra la monstruosa enfermedad del cáncer.

La excelente organización que la caracteriza y el celoso cuidado de sus recursos económicos le han permitido innovar y mejorar la atención a los dolientes a través de la contratación de los mejores profesionales médicos y de la permanente adquisición y renovación de equipos de vanguardia tecnológica.

Lamentablemente, todo ese ejemplar accionar, que brota del buen corazón de la organización ciudadana, afronta un gravísimo momento, tanto por la falta de entrega de recursos gubernamentales, que por ley le corresponden, como por el inexistente reintegro de fondos del Ministerio de Salud y del IESS debido a la atención de pacientes derivados.

La situación es tan delicada que los presidentes de los distintos núcleos de Solca han expresado públicamente que, de no recibir los valores adeudados, los hospitales y centros oncológicos a su cargo colapsarán y deberán cerrar sus puertas a millares de ecuatorianos, quienes deben luchar con la espantosa enfermedad.

Frente a ello, debemos hacer fuerza común para que esta urgente necesidad colectiva sea atendida por parte del Gobierno Central, mediante un serio e inmediato plan de pagos de lo adeudado, y, adicionalmente, con el ineludible y certero compromiso de que el tributo del 0.50% a las operaciones de crédito del sistema financiero sea transferido automáticamente a Solca, sin necesidad de pasar por las manos indolentes de la burocracia económica gubernamental.

Porque la salud y la vida deben ser las inalterables prioridades del Estado Constitucional de Derechos y Justicia Social, proclamado en el Art. 1 de la Constitución, el Gobierno Nacional debe salvar a Solca y con ello evitar la muerte de miles de compatriotas. (O)

[email protected]