Coronavirus, ignorantevirus

Pablo Izquierdo Pinos

Una mentira es una bola de nieve. En salud la mentira y la ignorancia matan: “Los resultados de los análisis del paciente, lo tendremos en 72 horas”, “en Atlanta hay que esperar la cola porque hay muchos países que enviaron las muestras”; “los protocolos dicen que el primer caso hay que enviarlo a Atlanta”; “el paciente tiene una patología respiratoria grave y por nexo epidemiológico sospechamos de coronavirus”; “el Inspi está capacitado para esas pruebas”.

Portavoces: el Presidente, la Ministra, la delegada de la OPS, un subsecretario, el coordinador zonal, dos temblorosos directores nacionales, un protagónico médico tratante, el Canciller, etc. ¡El país en ascuas! Los supuestos “técnicos” sin ningún rigor científico, con sesgos en la información, analfabetos en salud, carentes de pensamiento crítico, sin nociones de epidemiología. El lenguaje pedestre. Rudimentarios que confunden “biopsia” con “autopsia”. No alarmarse, pedían. ¡Nos morimos todos!

Mientras el coordinador zonal eufórico declaraba que el ciudadano chino dio positivo para “otro virus pero que estaba boca arriba y con mejoría”, la ministra en rueda de prensa decía: “Esta descartado el coronavirus, el paciente tiene hepatitis B”. Fue cuando (con razón) recibió el manotazo de la representante de la OPS -con un pobre papel de asesoramiento-, quien tomó el micrófono y sin sonrojarse dijo que el señor tenía una neumonía comunitaria. Ya fue tarde.

Según la OMS para hablar de VIH- Sida, Hepatitis B y C por contagio hemático o sexual hay que atenerse a la confidencialidad, los derechos del paciente y las guías y protocolos internacionales. Una vez más los gestores de la crisis en lugar de llamarse a silencio, sistemáticamente se debatían entre la imprudencia, el ocultamiento de los hechos, el irrespeto. Gente que se atreve a opinar desde su más absoluta ignorancia enciclopédica.

Caricatura del país. El garante de la salud un ente obeso lleno de recomendados, parientes y amigos. Improvisados. El virus de la ignorancia con espíritu de supervivencia es la peor enfermedad.

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