La audiencia inició el último lunes y culminó la tarde de ayer con un veredicto condenatorio.
Por unanimidad el Tribunal Único de Garantías Penales, de la Corte de Justicia de Loja, impuso a Víctor R. Ch., de 35 años, la pena de 22 años de cárcel por considerarlo autor del asesinato de José L. M., de 58 años.
La audiencia de juzgamiento, que inició el último lunes, concluyó la tarde de ayer, a eso de las 17:00 con la lectura del veredicto. A las 11:00 concluyeron los debates de los sujetos procesales y se los convocó para la tarde para informar el fallo de los jueces.
Veredicto puede apelarse
El Tribunal Único de Garantías Penales de Loja, además, sancionó al procesado, cuyo abogado puede apelar el dictamen luego de que la sentencia se remita por escrito, a pagar una multa de 800 salarios básicos unificados del trabajador en general.
Los jueces señalaron que durante el juicio Víctor R. Ch., no demostró que él haya actuado en uso legítimo de defensa por cuanto el procesado fue quien inició la gresca; durante el juicio se confirmó que el fallecido recibió 20 machetazos y no 11 como se hizo público.
La defensa del procesado alegó que su defendido padecía de ataques de epilepsia, mas el Tribunal Penal advirtió que Víctor R. Ch. tomó algunas acciones luego de agredir de muerte a José L. M. como huir de la escena del crimen.
En el barrio Naranjillo
El sábado 8 de diciembre de 2018, en el barrio Naranjillo, de la parroquia Changaimina, del cantón Gonzanamá, de la provincia de Loja, se produjo la agresión cuando el fallecido llegó a la casa de Ibelia C. G., en donde se encontró con Víctor R. Ch.
La audiencia de juzgamiento de Víctor R. Ch. se instaló el lunes 11 de noviembre de 2019, pero la misma se suspendió cuando la defensa del procesado solicitó al Tribunal Penal de Loja que se evalúe el estado mental de su cliente.
NOTA VINCULANTE
Una hemorragia difusa
El deceso de José L. M. obedeció a una hemorragia difusa (disminución de la circulación sanguínea) tras recibir 20 cortes que fueron distribuidos en la cabeza y en las extremidades superiores. Al parecer José L. M. y Víctor R. Ch. tenían alguna rencilla personal.