Es la filosofía que mantiene Manuel Aguirre Aguirre, quien goza de experiencia profesional de alrededor de 60 años.
Revisando algunos documentos encontramos a Manuel Aguirre Aguirre, quien estaba rodeado de varios libros de abogacía, con amabilidad nos atendió y contó parte su vida, en la que ha reflejado su pasión por su profesión y el respeto a las leyes.
Con memoria fresca, cuenta que su vida profesional inició en 1959 como amanuense del Juzgado Segundo del Crimen de Loja, pero también fue juez. Luego de 12 años de servicio se radicó por 25 en Quito, siendo notario por casi 20 años, así como secretario de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central, profesor de la Facultad de Jurisprudencia de la Central, Abogado del Banco Central, Secretario de la Comisión Legislativa Permanente en la presidencia de Jorge Hugo Rengel, Secretario del Tribunal Electoral Provincial de Pichincha.
Luego fue a Celica donde estuvo de Juez Penal y finalmente se incorporó a la Corte de Zamora como Ministro Juez y Juez Provincial. Allí estuvo durante 20 años.
“He recorrido todos los andenes de la función judicial hasta llegar a Ministro Juez de la Corte Provincial de Zamora”, sostiene y considera que han sido 60 años fructíferos en los que destaca la constancia del deber cumplido, “la eficacia en las resoluciones, la honestidad que me legaron mis mayores”, aduce.
Califica como complicado el servicio de ser juez, “porque estamos sujetos a la presión no solo de la autoridad, sino de la sociedad que muchas veces juzga los casos sin consideración a lo que el derecho manda y determina”, revela y expresa que los juicios tienen su sentencia en las decisiones de la sociedad que se comunica a través de los medios, “no se espera que el juez se pronuncie para condenar o absolver”, insta.
Los jueces siempre han sido criticados y por eso, Manuel Aguirre, dice que tienen que tener temple, conocimiento de los principios y valores morales, y también sabiduría para poder continuar y no dejarse manipular. Cuenta que hubo un tiempo que fueron presionados por otras funciones del Estado “para trata de sacar provecho”.
Manuel Aguirre accedió a la jubilación hace dos y ahora está acompañando a su sobrino en su consultorio para asesorarlo, pero también lo considera como una distracción y continuar sintiéndose útil hasta cuando pueda.
Escritos
Por los conocimientos adquiridos y gracias a su preparación se vinculó también con las letras en los aspectos judiciales y literario.
Formuló dos publicaciones. Un libro sobre refranes y de direcciones morales que fue publicado entre 2012-2013 por la Casa de la Cultura, núcleo de Zamora Chinchipe. El otro texto fue ‘un tratado sobre la posesión en la promesa de venta de bienes inmuebles’. Lo propio fue presentado por la CCE de la vecina provincia en 2011.
Cuenta también con algunas carpetas sobre sus resoluciones, cuando juez y ministro juez. A estos los pone a disposición de quienes le soliciten.
Manuel Aguirre se retira aduciendo que los profesionales del derecho siempre tienen presente que deben respetar el decálogo del abogado, por lo que considera importante estudiar, “mantenerse firme en su vocación por hacer del derecho un medio de realización de la justicia”, finaliza.
Datos
Personaje
Nombre: Manuel José Aguirre Aguirre
Esposa: Marcía Lucía Salazar Morejón
Hijos: Andrés, Paúl y Adriana Aguirre Vivanco; Carolina Aguirre Salazar.
Nietos: Siete
Estudios primarios: Pensionado San Luis.
Estudios secundarios: Bernardo Valdivieso.
Estudios superiores: Universidad Nacional de Loja.
Pienso seguir escribiendo, pensando como abogado y como exfuncionario judicial”
Manuel Aguirre Aguirre