Ricardo Guamán Araujo
Otro feriado más. Debemos ser el país con más feriados en Latinoamérica. Vacaciones del fin de quimestre de los alumnos de educación primaria y media, los carnavales y ya Semana Santa. Para los comerciantes y los empleados públicos ‘belleza’, para los demás mirarse la cara hasta que se empiece a laborar.
Pero en Loja, capital y provincia, la delincuencia y los accidentes de tránsito no dan tregua. En pleno centro de la ciudad de Loja a vista y paciencia de las autoridades y policías, los amigos de lo ajeno se pasean por todos lados y han hecho de sus comandos de operación los parques céntricos de la ciudad donde ponen “sus oficinas” empezando la noche. La Policía se pasea y pasan concentrados con sus “mejores armas” que son sus celulares, la gente bien sabe a qué se dedican las personas apostadas en el parque Bolívar y sus alrededores, lo mismo pasa en el Parque Central, Los Geraneos, Los Cocos, La Pradera, Tierras Coloradas, Daniel Álvarez, San Vicente, Bolacachi, Sauces Norte, El Terminal Terrestre, El Plateado, Las Puertas de la Ciudad, la calle Quito, Malacatos y Vilcabamba, por nombrar los puntos que han hecho como territorio de fortaleza de sus actividades los delincuentes.
El trabajo dignifica al hombre, indudable, pero áreas donde se concentran los vendedores informales es comidilla para que se apoltronen delincuentes y salvando las excepciones, familiares de los vendedores ambulantes son quienes se dedican al robo, al hurto y se desencadena este cinturón peligroso para la sociedad lojana. ¿Qué han hecho las autoridades? Ya que nada por la fuerza todo por la ley, apliquen la Ley.
Accidentes se oyen y se ven a cada momento y con poner unos semáforos que están mal sincronizados piensan que ya lo han arreglado todo y como cosa de burla son noticia en periódicos y en diferentes medios de comunicación. Ojalá quiten los parqueaderos privados que están junto a las paradas del SITU.
Con estas referencias, no toca más que cuidarse uno mismo porque cuando hay un asalto, un robo, no hay un policía y los ladrones cuando son apresados amenazan y tienen más derechos que las víctimas, los agentes de tránsito de la misma manera, obvio con las excepciones de siempre, pero los casos se dan en su mayoría. ¿Pruebas quieren?, los juzgados penales están llenos de pruebas de los malos elementos y las páginas de periódicos e imágenes televisivas y comentarios en radio y redes sociales. ¿Quién para la mano? (O)
@EMDLS