Nuevas formas de movernos, nuevos retos de seguridad.

Juan Pablo Díaz

El COVID19 ha acelerado la transición a medios de transporte activos, así bicicleta, bicicleta eléctrica, monopatines son soluciones reales para problemas actuales. Las entregas a domicilio a través de aplicaciones han prosperado, sin embargo queda por pensar como promover la seguridad vial de estos usuarios.

En Loja ya ocurrieron accidentes donde se ha perdido vidas de ciclistas o motociclistas, el exceso de velocidad podría ser la causa. Hoy más que nunca controles de velocidad, zonas lentas e infraestructura adecuada son una opción viable. La pregunta es: ¿cómo aplicar estas medidas que pueden generar descontentos en ciertos sectores?. Es ahí donde se necesitan soluciones técnicas y bien comunicadas.

Es muy alentador que ha resurgido con mucha fuerza la necesidad de priorizar el uso de la bicicleta como medio de transporte esencial pues cumple con los requisitos para una movilidad eficiente e higiénica, la implementación de infraestructura para ello es de muy bajo costo comparado con las inversiones para automotores. Ciudades que ya han implementado proyectos emergentes para movilidad activa, plantean que luego de la emergencia no se puede volver al mismo modelo donde todo el espacio ha estado destinado únicamente al vehículo privado.

En Loja únicamente el 12% de los viajes que se realizan diariamente son en carro y solo un 25% de hogares poseen un vehículo propio, andar en auto no puede ser la forma más segura. Si no se hace nada, lo más probable que es consigamos un aumento en el número autos o motocicletas que son más inseguras, más ruidosas y mucho más contaminantes, y peor, que al corto plazo el transporte público se convierta en un foco de infección al no poder cumplir las necesidades de distanciamiento.

[email protected]