Redacción SAN FRANCISCO
Un juez de California (EE.UU.) emitió ayer una orden que obliga a las compañías de transporte compartido Uber y Lyft a clasificar a sus conductores como empleados, lo que podría disparar los costos de personal de estas dos firmas y cambiar su modelo de negocio.
La decisión del magistrado Ethan Schulman de la Corte Superior de San Francisco responde a una demanda presentada por el Gobierno de California y, por tanto, se circunscribe exclusivamente a ese estado, el más poblado de EE.UU. y donde ambas compañías tienen su sede y uno de sus mayores mercados.
Requisitos
Acatar el fallo supondría para Uber y Lyft, entre otras cosas, tener que hacerles un contrato a sus conductores que hasta hoy fungían como contratistas, pagarles un salario fijo y ofrecerles beneficios como seguro médico, días de vacaciones y de enfermedad.
En su fallo, el juez declaró una moratoria de diez días a partir de este mismo lunes hasta que entre en vigor la orden, para dar tiempo suficiente a las empresas de apelar la decisión.
Referéndum en el horizonte
Las tres empresas más grandes que operan en California, Uber, Lyft y DoorDash anunciaron a finales de 2019 que dedicarían 90 millones de dólares para promover que la decisión se tome mediante un referéndum en noviembre, coincidiendo con la elección presidencial en Estados Unidos.