Redacción PUEBLOVIEJO.
Los moradores de la ciudadela 23 de Noviembre tienen que soportar a diario el mal olor que sale de una construcción que se realiza con el fin de que el lugar no se inunde.
Algunos ciudadanos incluso aseguran que el hedor en ocasiones no les permite ni comer.
Joffre Vite, habitante del lugar, indicó que la obra de aguas lluvias les está afectando a su salud, por lo que todos los días a las 18:00 llegan personas a prender las bombas para que el agua salga, pero el riachuelo se queda empozado.
“Los encargados de la obra vienen a encender la operadora cuando uno está merendado, deberían buscar otro horario para hacer su trabajo. Nosotros como ciudadanos denunciamos que está afectando a nuestros hijos y también a los adultos”, comentó Vite.
Reclamos
Por su parte, Maria Plúas, madre de cinco hijos, manifestó que sus pequeños han sufrido infecciones debido al hedor que despide el lugar. Asegura que ya han presentado sus quejas sobre la situación que mantienen a diario y la situación no ha cambiado para nada, por lo que han preferido no insistir en el tema.
Un habitante que prefirió no dar su nombre enfatizó que por la situación que viven por la construcción del alcantarillado de aguas lluvias, tuvo que optar por separarse de su hijo, quien se fue a vivir a otro sector.
Los ciudadanos de la 23 de Noviembre esperan que pronto las autoridades competentes tomen cartas al asunto y puedan solucionarles el problema que los aqueja al diario. (KAT)