‘Quevedo es una tierra de oportunidades’

Redacción QUEVEDO

El proyecto ‘Impacto al Emprendimiento 2018’ sigue con su labor de identificar a aquellas personas que emprenden y dinamizan la economía local, provincial y nacional a través de negocios que han logrado cristalizar dentro de Quevedo.

Hoy conoceremos la historia de David Rosero, quien es médico pediatra. Rosero mencionó que estudió en Guayaquil pero regresó a Quevedo, su tierra natal, para contribuir en su crecimiento y desarrollo; además de convertirse en un gestor de trabajo para varias personas.

¿Cómo fueron sus inicios?

Hice la rural en la parroquia La Esperanza, ahí me inicié como médico general y privado. Recuerdo que empecé a atender en la casa de una familia muy querida, pero como ven poco a poco fuimos creciendo de forma sencilla y segura.

¿En Guayaquil en qué hospital trabajó?

Estuve en el Roberto Gilbert, que es docente en pediatría, hicimos tres años de especialidad, pero además tuve la oportunidad de permanecer tres años más como médico tratante del área de urgencias y en un proyecto de avance que tiene el hospital.

¿Cómo así decidió regresar a invertir su tiempo y conocimientos a Quevedo?

Hay muchas razones, pero lo más importante es porque confiamos en nuestra ciudad, nos da tranquilidad, acá está la familia y porque la ciudad crece y es una tierra de oportunidades. Por ahora hemos logrado traer especialistas y colegas que se especializaron fuera como: un alergólogo, una dermatóloga, una endocrinóloga y después traeremos un traumatólogo.

¿Cuál es su fortaleza?

Hay dos, una de ellas es Dios, porque hace que logremos nuestro éxito y la familia; tengo mi esposa y tres niños.

¿Cuáles son aquellos obstáculos que le tocó vencer?

Dificultades han habido, cuando decidimos venir sabíamos que dejábamos un trabajo seguro, pero nos arriesgamos y nos va muy bien. A veces nos alejamos de la familia porque trabajamos hasta en la madrugada, pero estamos contentos.

¿Cuál sería su menaje para aquellos que buscan emprender?

Que día a día seamos constantes y que luchemos por nuestros sueños y, lo más importante, que creamos en nuestra tierra, porque Quevedo les da oportunidades a todos. Hay que levantarse temprano y acostarse tarde. (MCC)