Se apagó la alegría de ‘Picorito’

Detalles. Los familiares del menor contaron que la alcantarilla estaba sin tapa. Por lo que piden que se solucione el problema.
Detalles. Los familiares del menor contaron que la alcantarilla estaba sin tapa. Por lo que piden que se solucione el problema.

Redacción QUEVEDO

Luis T., de 12 años, se levantó de su cama el miércoles como todos los días a las 06:00; se alistó con lo mejor que tenía en su cajonera y se dispuso a desayunar. La mañana se le fue rápida. Esperó a que llegara su profesor particular y empezó a recibir clases en su casa, pues una caída de un árbol de zapote, hace casi dos años, le marcó su destino desde entonces.

Su padre recuerda que a eso de las 16:30 empezaron a caer las primeras gotas de lluvias y su ‘Picorito’, como le decía a su hijo, se desesperó por querer salir a la calle a jugar con sus amigos.

Sin embargo, el temor a que sufriera una caída envolvió a los padres pero tras su insistencia, le permitieron salir ya que deseaban que retomara su vida normal.

“Durante un año y dos meses sufrimos al verlo postrado en la cama de un hospital. Y es que al caer de la mata de zapote sufrió una fractura en la cabeza donde le cogieron 42 puntos. Pero sus esperanzas de vivir fueron más grandes”, contó entre lágrimas don Luis, padre del menor.

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Desde una de las ventanas de su humilde vivienda, el día de la desgracia sus padres lo observaban jugar con el resto de sus amigos, primos y hermanos, y sintieron tanta confianza al verlo feliz que pensaron en que nada iba a pasar, por lo que se dedicaron a realizar sus quehaceres normales.

Las horas transcurrían y la intensa lluvia del miércoles por la tarde empezaba a hacer sus estragos. La mayoría de calles del cantón Quevedo empezaron a colapsar por la acumulación de agua y algunos sectores reportaban a través del ECU-911 las emergencias.

Sin embargo, en el barrio Unidos por el Triunfo, en el sector El Pantano, de la parroquia San Cristóbal, la inundación generaba más alegría entre los niños quienes jugaban.

La recreación de los menores hizo pensar a los padres de Luis que todo iba bien pero en el momento en el que Luis había pateado una pelota, una de sus zapatillas se le salió y rodó hasta una esquina.

Fue entonces que corrió con desesperación para no perderla siendo en ese momento cuando fue absorbido por la alcantarilla que estaba sin tapa.

Uno de los primos del menor ingresó corriendo hasta la casa de Luis para contarle que “la alcantarilla se había ‘tragado’ a ‘Picorito”.

Aún incrédulos con la noticia los angustiados padres aseguran que salieron corriendo pero el agua, que ya para entonces les daba a media canilla, les impedía que corrieran rápido.

Al llegar hasta la esquina donde se había registrado el hecho ‘don Luis’ asegura haber ingresado la mano en la alcantarilla y logró sentir a su hijo. “Al meter la cabeza, lo vi desesperado”, contó.

El cuerpo del menor había quedado atrapado en un hueco en forma de L, lo que complicó el rescate por lo que tuvieron que ser derivados elementos del Cuerpo de Bomberos; sin embargo, cuando al fin lograron recatarlo, 45 minutos después del suceso, los signos vitales del menor no daban esperanzas de vida.

Aún así fue derivado hasta una casa asistencial pero allí, cerca de las 19:30, solo se notificó su muerte. Esto conmocionó a sus vecinos y familiares. Las redes sociales de inmediato hicieron eco del hecho.

Hoy, en horas de la tarde, se tiene previsto darle sepultura al mayor de cuatro hermanos, al soñador, al amiguero y risueño que nunca podrá ser olvidado como el niño que murió por salvar una zapatilla. (MZA)