Adiós al ‘Hombre de las cuatro ‘P’

PERSONAJE. Pío Pulecio fue uno de los principales embajadores de la música nacional.
PERSONAJE. Pío Pulecio fue uno de los principales embajadores de la música nacional.

BABAHOYO

La tarde del martes partió de la vida terrenal uno de los íconos más representativos que tuvo Babahoyo respecto de los exponentes del pasillo.

Partió el amigo, el bromista, el cantante, el autor, el compositor, el padre, el guitarrista, el marcador, el requintista, el artista: Pio Pascual Pulecio Pacheco, un personaje conocido a nivel nacional, no solo por su voz y habilidad con el requinto y la guitarra, sino también por ser el ‘Hombre de las cuatro ‘P’.

Una cirrosis lo postró desde hace varios meses. Pese a ello, Aideé Briones (la Carmencita Lara ecuatoriana), quien siempre lo iba a visitar, cuenta que Pulecio mantenía una fe inquebrantable, pues confiaba en que se recuperaría para volver a hacer ‘llorar el requinto’.

“Todos los días he estado pendiente de él y le daba ánimos porque hace una semana los médicos le dijeron que le quedaban tres meses de vida”, expresó Briones, quien lo conoce desde que tenía 13 años.

Recuerdos

Arturo Valle, ‘la Primera Voz de los Embajadores Criollos del Ecuador’, recuerda a Pío como una persona alegre y querido donde quiera que iba.

“Él era chistoso y nunca se acongojaba. Había unos pasillos de su autoría que me hacían llorar cada vez que los escuchaba. Compartí escenario con Pío en varias ocasiones. Siempre lo observaba con su requinto, pero desde hace 15 días ya no lo veía y eso me extrañó. Ahora ha partido, pero me quedo con sus mejores recuerdos”, lamentó.

Rodolfo Álvarez, ‘el Fantasma de la Radio’, amigo entrañable de Pulecio, afirma que su partida deja un legado musical a nivel nacional e internacional, pues estuvo exhibiendo su talento fuera del país.

“Babahoyo, Los Ríos y el país ha perdido a un ícono de la música popular. Se identificaba con el pasillo, vals, bolero y albazo. Recuerdo su talento con los instrumentos musicales combinado con su buena voz”, refirió Álvarez.

Su talento

Su nombre artístico (Hombre de las cuatro ‘P’), se debe a que su progenitora tenía un hermano de nombres Pio Pascual Pacheco, a quien consideraba mucho; entonces tras su nacimiento le llamó Pio Pascual, pero para coincidencia su padre se apellidaba Pulecio y su madre Pacheco. De hecho, su popular nombre siempre figuraba en el programa de televisión nacional ‘Mi recinto’.

El babahoyense, que parte a los 73 años, llevaba la música en la sangre. Su larga trayectoria artística lo convirtió en un personaje reconocido, puesto que durante gran parte de su vida la dedicó a recorrer el Ecuador y hasta senderos internacionales, llevando sus interpretaciones y temas inéditos.

Él se percató que tenía ‘madera’ para el canto a la edad de 10 años, cuando realizó una presentación en la escuela García Moreno, tras un concurso escolar. Aquel precedente fue el inicio de su trayectoria.

Ya para la edad de 18 años empezó a entonar la guitarra, hasta que se fue a cumplir con el servicio militar y a su retorno se dedicó de lleno a la música.

Poco después pasó a ser guitarrista exclusivo de radio Guayaquil (de Babahoyo), en un programa dominical denominado ‘Agrolandia’, donde llegaban artistas nacionales, entre ellos Julio Jaramillo, Lucho Barrio, Máximo León, José Jaramillo, etc., con quienes intercambió voces y cuerdas.

Su oportunidad

El ‘Hombre de las cuatro ‘P’’, a la edad de 24 años, se fue de gira con Julio Jaramillo por toda la provincia de Los Ríos, hasta que empezara a darle vida a las composiciones musicales que desde los 18 años había creado.

Pero su vida profesional llegó un día en que por estar atravesando una economía apremiante, decidió ir a vender las 20 canciones de su autoría que había logrado grabar.

Luego de que el Director de la disquera de Guayaquil las escuchara, se quedó encantado y separó 12, las cuales fueron grabadas por el propio Pío, mientras que las demás fueron repartidas para distintos artistas de renombre.

Se emocionó porque sabía que esa era su oportunidad, más aún porque le dio un cheque por 2.000 sucres. Esa noche no durmió. Posteriormente grabó los temas y se convirtió en artista exclusivo de aquella grabadora de prestigio. De esta manera empezó su gira como profesional, por países como Perú, Colombia, Chile y recorrió todo el Ecuador.

Tras cumplir su etapa en ese medio, en el año de 1982 integró el trío Los Criollos, lo que aumentaría su popularidad a nivel nacional.

Su adiós

Pese a tener más de 400 temas compuestos, Pulecio hasta el último continuó escribiendo pasillos, vals, bolero, pasacalle y hasta san juanito, inspirándose principalmente en las mujeres y en sus vivencias.

La vida artística le permitió recibir galardones de carácter local, provincial y nacional. Su primer trofeo denominado ‘Huancavilca’ lo recibió en Guayaquil un 9 de octubre, como mérito a su trayectoria artística nacional.

Otro galardón se le fue entregado en Quito por intermedio del expresidente Fabián Alarcón, quien lo condecoró con la Lira de Oro, por ser mejor cantautor y compositor de Babahoyo y la provincia de Los Ríos en el año de 1992.

También fue reconocido por diferentes municipios, entre ellos su natal, que lo condecoró como ciudadano ilustre de Babahoyo por haberlo representado nacional e internacionalmente a través de la música.

Su historia concluyó ayer, cuando en medio de homenajes fue llevado hasta el Cementerio General de Babahoyo, en lo que fue su último adiós. (NDA)