El ‘Taronja’ se reencuentra con la gloria

VICTORIA. El Valencia frustró las esperanzas del Barça de ganar su quinta Copa del Rey consecutiva.
VICTORIA. El Valencia frustró las esperanzas del Barça de ganar su quinta Copa del Rey consecutiva.

Redacción SEVILLA

EFE

Un gol del francés Kevin Gameiro, a los 21 minutos, y otro de Rodrigo Moreno, en el 33, pusieron por delante a los valencianistas, que demostraron una gran efectividad con su clásico juego de salir rápido a la contra ante un Barça apagado e inofensivo en el primer tiempo y que reaccionó tarde, con lo que sólo pudo acortar distancias en el 73 por medio de Leo Messi, su mejor hombre.

Se presentaron en Sevilla con bajas, no por conocidas, menos notables, al estar lesionados en el equipo catalán dos de sus estiletes, el uruguayo Luis Suárez y el francés Ousmane Dembélé. Y el ruso Denis Cheryshev en el valencianista. Aún así, Ernesto Valverde, algo cuestionado por el descalabro en Anfield, recuperó a sus ‘tocados’: el luso Semedo y los brasileños Philippe Coutinho y Arthur Melo, los tres titulares. Marcelino dejó en el banquillo al galo Kondogbia, recién salido de una lesión.

Fue en un rápido ataque de Gayà por la izquierda, a los 21 minutos, su pase lo recibió en la frontal Gameiro, muy solo, hasta el punto que el francés se acomodó sin problemas el balón y fusiló de un fuerte disparo a Jasper Cillessen. Apenas 10 minutos después, en el 33, Rodrigo Moreno asestó un nuevo mazazo al perdido equipo de Valverde con el 0-2.

En la reanudación, Valverde movió el banquillo, no le quedaba otra, con la entrada como extremo del brasileño Malcom por Semedo y del chileno Arturo Vidal, que jugó muy adelantado, por Arthur. El Barcelona no tenía más remedio que apretar, y lo hizo con claridad en el primer cuarto de hora, con Messi más incisivo.

Con Messi como guía, siguieron con su asedio al Valencia y, tras avisar Piqué con un tiro que salió fuera a pase de Malcom, el argentino logró el 1-2 a 17 minutos del final al remachar un balón que, cabeceado por Lenglet, dio en un palo.

Pero el Barça no pudo revertir el marcador.