Que lamentablemente elegimos

La Asamblea Nacional tropieza con un problema que se veía venir ante su inestabilidad, faltas de consensos y “desideologización” de los bloques que la componen. La guinda del pastel es que en las comisiones de Gobiernos Autónomos y de Derechos de los Trabajadores sigue un “tira y afloja”, ante el cual cualquier observador imparcial y ecuánime pierde la paciencia.

El rechazo hacia los presidentes y vicepresidentes de las mesas se intensifica. Se necesita una transformación radical de los liderazgos, pero ninguna de las partes propone una solución. Un proceso dificultoso, polémico y en que cada sector trató de “llevar el agua a su molino”. A las puertas de la vacancia de agosto y los actos conmemorativos, sería un verdadero milagro que el asunto se resuelva.

Para que sesionen y avancen en el tratamiento de los proyectos de ley, que desde hace más de dos meses están en el limbo, hay que decidir quién las encabeza. Los candidatos que asoman y reclaman lo hacen, a la luz de la opinión pública, con un pesado fardo de viejos y hoy no muy rentables compromisos políticos. Ese es el parlamento que, infortunada y lamentablemente, elegimos.

La semana pasada y la actual el escandaloso e insólito caso del Consejo de Participación Ciudadana parece que será otra vez el plato fuerte. También el de la exministra de Salud, a la que el Gobierno dejó a su cuenta y riesgo. Sin embargo, la reforma laboral sigue en el limbo, por no hablar de la abandonada y llena de telarañas propuesta de Ley Anticorrupción. A veces la realidad supera a la ficción, como en las novelas…


Como hijo del pueblo nunca podría olvidar que mi único fin debe ser siempre su mayor prosperidad”. Benito Juárez. Político mexicano (1806-1872)
Después de escalar una montaña muy alta, descubrimos que hay muchas otras montañas por escalar”. Nelson Mandela. Político sudafricano (1918-2013)