Sepultado y su esposa en coma

Dolor. La familia del occiso lamentaba lo ocurrido. Ayer observaban la vestimenta con la que frecuentaba jugar fútbol.
Dolor. La familia del occiso lamentaba lo ocurrido. Ayer observaban la vestimenta con la que frecuentaba jugar fútbol.
Dolor. La familia del occiso lamentaba lo ocurrido. Ayer observaban la vestimenta con la que frecuentaba jugar fútbol.
Dolor. La familia del occiso lamentaba lo ocurrido. Ayer observaban la vestimenta con la que frecuentaba jugar fútbol.
Dolor. La familia del occiso lamentaba lo ocurrido. Ayer observaban la vestimenta con la que frecuentaba jugar fútbol.
Dolor. La familia del occiso lamentaba lo ocurrido. Ayer observaban la vestimenta con la que frecuentaba jugar fútbol.
Dolor. La familia del occiso lamentaba lo ocurrido. Ayer observaban la vestimenta con la que frecuentaba jugar fútbol.
Dolor. La familia del occiso lamentaba lo ocurrido. Ayer observaban la vestimenta con la que frecuentaba jugar fútbol.
Proceso. El dolor para los allegados de la víctima era doble, pues temían que su conviviente también muriera.
Proceso. El dolor para los allegados de la víctima era doble, pues temían que su conviviente también muriera.
Proceso. El dolor para los allegados de la víctima era doble, pues temían que su conviviente también muriera.
Proceso. El dolor para los allegados de la víctima era doble, pues temían que su conviviente también muriera.
Proceso. El dolor para los allegados de la víctima era doble, pues temían que su conviviente también muriera.
Proceso. El dolor para los allegados de la víctima era doble, pues temían que su conviviente también muriera.
Proceso. El dolor para los allegados de la víctima era doble, pues temían que su conviviente también muriera.
Proceso. El dolor para los allegados de la víctima era doble, pues temían que su conviviente también muriera.

Redacción QUEVEDO

La desgracia para la familia Rivas parece no acabarse. Y es que mientras Alberto, de 41 años, era velado tras perder la vida en un accidente de tránsito, su esposa Fanny Cevallos era llevada de emergencia hasta una casa de salud de tercer nivel en Santo Domingo.

Su estado de salud era crítico. Los fuertes golpes que recibió en su cabeza no le dieron opción a recuperarse con rapidéz, por lo que cayó en un coma dejándola al bordo de la muerte.

Los allegados lamentaron el suceso y por tal motivo decidieron adelantar el sepelio de Alberto, “por si acaso ocurra otra muerte, no tendremos que dejar botado a uno para ir por el otro”, dijo Carlos Zambrano, compadre de la víctima.

Desgracia

Tanto Cevallos como Rivas fueron las víctimas de un accidente de tránsito cuando viajaban a bordo de una motocicleta por la vía Buena Fe-Quevedo, a la altura del recinto Cuatro Mangas.

Es que allí precisamente un transporte interprovincial habría tratado de girar y se encontraba en medio de la vía cuando las víctimas se habrían impactado.

Producto del hecho también resultó herido Steven Párraga, sobrino de las víctimas, quien la mañana de ayer lamentaba lo ocurrido y daba gracias a Dios por haberlo salvado.

Alberto Rivas y su esposa Fanny Cevallos habían procreado cinco hijos, todos menores de edad. Sus familiares esperaban la mañana de ayer que la situación de la mujer mejorara para que los menores no queden en orfandad de padre y madre. (MZA)

Desgracia

Carlos Rivas, hermano de Alberto, contó que todo ocurrió a eso de las 20:00 del sábado cuando regresaban a bordo de dos motocicletas tras jugar fútbol desde una cancha ubicada en la vía a Santo Domingo.

Sin embargo, él tuvo un retraso en el viaje y su hermano se adelantó junto a su esposa y un sobrino.

“Yo iba despacio cuando vi un transporte estacionado en medio de la vía y la gente empezaba a correr. Con toda la calma me bajé de la moto y fui a ver lo que había pasado. Allí vi a unas personas heridas pero no me fijé bien”, relató Rivas.

Luego de eso, caminó entre los curiosos para ver más cerca a los heridos y fue entonces cuando reconoció a su hermano, su cuñada y su primo. “En ese momento me lancé sobre mi hermano y lo abracé pero lo vi que estaba agonizando. Luego lo vi morir. Se ahogó con su propia sangre”, contó con la voz entrecortada.

Redacción QUEVEDO

La desgracia para la familia Rivas parece no acabarse. Y es que mientras Alberto, de 41 años, era velado tras perder la vida en un accidente de tránsito, su esposa Fanny Cevallos era llevada de emergencia hasta una casa de salud de tercer nivel en Santo Domingo.

Su estado de salud era crítico. Los fuertes golpes que recibió en su cabeza no le dieron opción a recuperarse con rapidéz, por lo que cayó en un coma dejándola al bordo de la muerte.

Los allegados lamentaron el suceso y por tal motivo decidieron adelantar el sepelio de Alberto, “por si acaso ocurra otra muerte, no tendremos que dejar botado a uno para ir por el otro”, dijo Carlos Zambrano, compadre de la víctima.

Desgracia

Tanto Cevallos como Rivas fueron las víctimas de un accidente de tránsito cuando viajaban a bordo de una motocicleta por la vía Buena Fe-Quevedo, a la altura del recinto Cuatro Mangas.

Es que allí precisamente un transporte interprovincial habría tratado de girar y se encontraba en medio de la vía cuando las víctimas se habrían impactado.

Producto del hecho también resultó herido Steven Párraga, sobrino de las víctimas, quien la mañana de ayer lamentaba lo ocurrido y daba gracias a Dios por haberlo salvado.

Alberto Rivas y su esposa Fanny Cevallos habían procreado cinco hijos, todos menores de edad. Sus familiares esperaban la mañana de ayer que la situación de la mujer mejorara para que los menores no queden en orfandad de padre y madre. (MZA)

Desgracia

Carlos Rivas, hermano de Alberto, contó que todo ocurrió a eso de las 20:00 del sábado cuando regresaban a bordo de dos motocicletas tras jugar fútbol desde una cancha ubicada en la vía a Santo Domingo.

Sin embargo, él tuvo un retraso en el viaje y su hermano se adelantó junto a su esposa y un sobrino.

“Yo iba despacio cuando vi un transporte estacionado en medio de la vía y la gente empezaba a correr. Con toda la calma me bajé de la moto y fui a ver lo que había pasado. Allí vi a unas personas heridas pero no me fijé bien”, relató Rivas.

Luego de eso, caminó entre los curiosos para ver más cerca a los heridos y fue entonces cuando reconoció a su hermano, su cuñada y su primo. “En ese momento me lancé sobre mi hermano y lo abracé pero lo vi que estaba agonizando. Luego lo vi morir. Se ahogó con su propia sangre”, contó con la voz entrecortada.

Redacción QUEVEDO

La desgracia para la familia Rivas parece no acabarse. Y es que mientras Alberto, de 41 años, era velado tras perder la vida en un accidente de tránsito, su esposa Fanny Cevallos era llevada de emergencia hasta una casa de salud de tercer nivel en Santo Domingo.

Su estado de salud era crítico. Los fuertes golpes que recibió en su cabeza no le dieron opción a recuperarse con rapidéz, por lo que cayó en un coma dejándola al bordo de la muerte.

Los allegados lamentaron el suceso y por tal motivo decidieron adelantar el sepelio de Alberto, “por si acaso ocurra otra muerte, no tendremos que dejar botado a uno para ir por el otro”, dijo Carlos Zambrano, compadre de la víctima.

Desgracia

Tanto Cevallos como Rivas fueron las víctimas de un accidente de tránsito cuando viajaban a bordo de una motocicleta por la vía Buena Fe-Quevedo, a la altura del recinto Cuatro Mangas.

Es que allí precisamente un transporte interprovincial habría tratado de girar y se encontraba en medio de la vía cuando las víctimas se habrían impactado.

Producto del hecho también resultó herido Steven Párraga, sobrino de las víctimas, quien la mañana de ayer lamentaba lo ocurrido y daba gracias a Dios por haberlo salvado.

Alberto Rivas y su esposa Fanny Cevallos habían procreado cinco hijos, todos menores de edad. Sus familiares esperaban la mañana de ayer que la situación de la mujer mejorara para que los menores no queden en orfandad de padre y madre. (MZA)

Desgracia

Carlos Rivas, hermano de Alberto, contó que todo ocurrió a eso de las 20:00 del sábado cuando regresaban a bordo de dos motocicletas tras jugar fútbol desde una cancha ubicada en la vía a Santo Domingo.

Sin embargo, él tuvo un retraso en el viaje y su hermano se adelantó junto a su esposa y un sobrino.

“Yo iba despacio cuando vi un transporte estacionado en medio de la vía y la gente empezaba a correr. Con toda la calma me bajé de la moto y fui a ver lo que había pasado. Allí vi a unas personas heridas pero no me fijé bien”, relató Rivas.

Luego de eso, caminó entre los curiosos para ver más cerca a los heridos y fue entonces cuando reconoció a su hermano, su cuñada y su primo. “En ese momento me lancé sobre mi hermano y lo abracé pero lo vi que estaba agonizando. Luego lo vi morir. Se ahogó con su propia sangre”, contó con la voz entrecortada.

Redacción QUEVEDO

La desgracia para la familia Rivas parece no acabarse. Y es que mientras Alberto, de 41 años, era velado tras perder la vida en un accidente de tránsito, su esposa Fanny Cevallos era llevada de emergencia hasta una casa de salud de tercer nivel en Santo Domingo.

Su estado de salud era crítico. Los fuertes golpes que recibió en su cabeza no le dieron opción a recuperarse con rapidéz, por lo que cayó en un coma dejándola al bordo de la muerte.

Los allegados lamentaron el suceso y por tal motivo decidieron adelantar el sepelio de Alberto, “por si acaso ocurra otra muerte, no tendremos que dejar botado a uno para ir por el otro”, dijo Carlos Zambrano, compadre de la víctima.

Desgracia

Tanto Cevallos como Rivas fueron las víctimas de un accidente de tránsito cuando viajaban a bordo de una motocicleta por la vía Buena Fe-Quevedo, a la altura del recinto Cuatro Mangas.

Es que allí precisamente un transporte interprovincial habría tratado de girar y se encontraba en medio de la vía cuando las víctimas se habrían impactado.

Producto del hecho también resultó herido Steven Párraga, sobrino de las víctimas, quien la mañana de ayer lamentaba lo ocurrido y daba gracias a Dios por haberlo salvado.

Alberto Rivas y su esposa Fanny Cevallos habían procreado cinco hijos, todos menores de edad. Sus familiares esperaban la mañana de ayer que la situación de la mujer mejorara para que los menores no queden en orfandad de padre y madre. (MZA)

Desgracia

Carlos Rivas, hermano de Alberto, contó que todo ocurrió a eso de las 20:00 del sábado cuando regresaban a bordo de dos motocicletas tras jugar fútbol desde una cancha ubicada en la vía a Santo Domingo.

Sin embargo, él tuvo un retraso en el viaje y su hermano se adelantó junto a su esposa y un sobrino.

“Yo iba despacio cuando vi un transporte estacionado en medio de la vía y la gente empezaba a correr. Con toda la calma me bajé de la moto y fui a ver lo que había pasado. Allí vi a unas personas heridas pero no me fijé bien”, relató Rivas.

Luego de eso, caminó entre los curiosos para ver más cerca a los heridos y fue entonces cuando reconoció a su hermano, su cuñada y su primo. “En ese momento me lancé sobre mi hermano y lo abracé pero lo vi que estaba agonizando. Luego lo vi morir. Se ahogó con su propia sangre”, contó con la voz entrecortada.