‘El encierro me está matando’

Dolor. “No soporto estar encerrado. Deseo ir a un lugar donde me puedan ayudar”.
Dolor. “No soporto estar encerrado. Deseo ir a un lugar donde me puedan ayudar”.
Dolor. “No soporto estar encerrado. Deseo ir a un lugar donde me puedan ayudar”.
Dolor. “No soporto estar encerrado. Deseo ir a un lugar donde me puedan ayudar”.
Dolor. “No soporto estar encerrado. Deseo ir a un lugar donde me puedan ayudar”.
Dolor. “No soporto estar encerrado. Deseo ir a un lugar donde me puedan ayudar”.
Dolor. “No soporto estar encerrado. Deseo ir a un lugar donde me puedan ayudar”.
Dolor. “No soporto estar encerrado. Deseo ir a un lugar donde me puedan ayudar”.

QUEVEDO

A sus 66 años de edad, el ciudadano Jorge H. asegura pasar los momentos más tristes de su vida.

Pasa todo el tiempo sentado en un banco de madera, ubicado cerca de una ventana, en un pequeño departamento donde habita desde hace un mes, en la calle Decimotercera y June Guzmán.

Sus ojos se ven melancólicos pero aún el timbre de su voz se mantiene con firmeza. Detalla que a pesar de haber tenido seis hijos, solo una de ellos ve por él.

“Cuando yo era joven tenía un buen trabajo. Ayudé a toda mi familia. Pero como ahora estoy enfermo me han abandonado a mi suerte”, lamentó el hombre.

Con tristeza dice que cuando se separó de su esposa fue recogido por una de sus hermanas pero luego tuvo que buscar otro sitio donde vivir ya que su cuñado le habría pedido que salga de la casa.

Fue por eso que buscó ayuda en un amigo quien le ofreció posada pero debía cancelar la mitad del arriendo, situación que fue aceptada.

“Pero ahora resulta que como yo estoy enfermo de mis piernas y ya casi no puedo caminar, este señor me deja encerrado con seguro y se va todo el día. Mi hermana me trae comida solo una vez y me la pasa por la ventana”, contó al borde de las lágrimas.

Para el adulto mayor, la situación que está pasando es muy dolorosa por lo que solicita que se haga una intervención en su caso y pueda ir hasta un sitio donde esté seguro y pueda recibir atención médica. (MZA)

TOME NOTA

Los moradores de la zona llamaron a Diario La Hora para dar a conocer el caso.

QUEVEDO

A sus 66 años de edad, el ciudadano Jorge H. asegura pasar los momentos más tristes de su vida.

Pasa todo el tiempo sentado en un banco de madera, ubicado cerca de una ventana, en un pequeño departamento donde habita desde hace un mes, en la calle Decimotercera y June Guzmán.

Sus ojos se ven melancólicos pero aún el timbre de su voz se mantiene con firmeza. Detalla que a pesar de haber tenido seis hijos, solo una de ellos ve por él.

“Cuando yo era joven tenía un buen trabajo. Ayudé a toda mi familia. Pero como ahora estoy enfermo me han abandonado a mi suerte”, lamentó el hombre.

Con tristeza dice que cuando se separó de su esposa fue recogido por una de sus hermanas pero luego tuvo que buscar otro sitio donde vivir ya que su cuñado le habría pedido que salga de la casa.

Fue por eso que buscó ayuda en un amigo quien le ofreció posada pero debía cancelar la mitad del arriendo, situación que fue aceptada.

“Pero ahora resulta que como yo estoy enfermo de mis piernas y ya casi no puedo caminar, este señor me deja encerrado con seguro y se va todo el día. Mi hermana me trae comida solo una vez y me la pasa por la ventana”, contó al borde de las lágrimas.

Para el adulto mayor, la situación que está pasando es muy dolorosa por lo que solicita que se haga una intervención en su caso y pueda ir hasta un sitio donde esté seguro y pueda recibir atención médica. (MZA)

TOME NOTA

Los moradores de la zona llamaron a Diario La Hora para dar a conocer el caso.

QUEVEDO

A sus 66 años de edad, el ciudadano Jorge H. asegura pasar los momentos más tristes de su vida.

Pasa todo el tiempo sentado en un banco de madera, ubicado cerca de una ventana, en un pequeño departamento donde habita desde hace un mes, en la calle Decimotercera y June Guzmán.

Sus ojos se ven melancólicos pero aún el timbre de su voz se mantiene con firmeza. Detalla que a pesar de haber tenido seis hijos, solo una de ellos ve por él.

“Cuando yo era joven tenía un buen trabajo. Ayudé a toda mi familia. Pero como ahora estoy enfermo me han abandonado a mi suerte”, lamentó el hombre.

Con tristeza dice que cuando se separó de su esposa fue recogido por una de sus hermanas pero luego tuvo que buscar otro sitio donde vivir ya que su cuñado le habría pedido que salga de la casa.

Fue por eso que buscó ayuda en un amigo quien le ofreció posada pero debía cancelar la mitad del arriendo, situación que fue aceptada.

“Pero ahora resulta que como yo estoy enfermo de mis piernas y ya casi no puedo caminar, este señor me deja encerrado con seguro y se va todo el día. Mi hermana me trae comida solo una vez y me la pasa por la ventana”, contó al borde de las lágrimas.

Para el adulto mayor, la situación que está pasando es muy dolorosa por lo que solicita que se haga una intervención en su caso y pueda ir hasta un sitio donde esté seguro y pueda recibir atención médica. (MZA)

TOME NOTA

Los moradores de la zona llamaron a Diario La Hora para dar a conocer el caso.

QUEVEDO

A sus 66 años de edad, el ciudadano Jorge H. asegura pasar los momentos más tristes de su vida.

Pasa todo el tiempo sentado en un banco de madera, ubicado cerca de una ventana, en un pequeño departamento donde habita desde hace un mes, en la calle Decimotercera y June Guzmán.

Sus ojos se ven melancólicos pero aún el timbre de su voz se mantiene con firmeza. Detalla que a pesar de haber tenido seis hijos, solo una de ellos ve por él.

“Cuando yo era joven tenía un buen trabajo. Ayudé a toda mi familia. Pero como ahora estoy enfermo me han abandonado a mi suerte”, lamentó el hombre.

Con tristeza dice que cuando se separó de su esposa fue recogido por una de sus hermanas pero luego tuvo que buscar otro sitio donde vivir ya que su cuñado le habría pedido que salga de la casa.

Fue por eso que buscó ayuda en un amigo quien le ofreció posada pero debía cancelar la mitad del arriendo, situación que fue aceptada.

“Pero ahora resulta que como yo estoy enfermo de mis piernas y ya casi no puedo caminar, este señor me deja encerrado con seguro y se va todo el día. Mi hermana me trae comida solo una vez y me la pasa por la ventana”, contó al borde de las lágrimas.

Para el adulto mayor, la situación que está pasando es muy dolorosa por lo que solicita que se haga una intervención en su caso y pueda ir hasta un sitio donde esté seguro y pueda recibir atención médica. (MZA)

TOME NOTA

Los moradores de la zona llamaron a Diario La Hora para dar a conocer el caso.