Vive sin agua y energía eléctrica

PANORAMA. Cristina Solano no cuenta ni siquiera con un colchón donde recostarse.
PANORAMA. Cristina Solano no cuenta ni siquiera con un colchón donde recostarse.
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PANORAMA. Cristina Solano no cuenta ni siquiera con un colchón donde recostarse.
PANORAMA. Cristina Solano no cuenta ni siquiera con un colchón donde recostarse.
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PANORAMA. Cristina Solano no cuenta ni siquiera con un colchón donde recostarse.

Redacciòn BABAHOYO

Las condiciones en las que vive Cristina Solano Gómez son las menos adecuadas para una mujer de 78 años de edad. Y es que la humilde mujer, quien reside en la ciudadela Primero de Diciembre, cerca de la escuela Jorge Icaza Delgado, pasa sus días en una vetusta casa de caña y madera.

Paredes con huecos y remendadas con restos de pancartas, piso endeble, cubierta con goteras y muchos otros escenarios que evidencian la gran necesidad y pobreza extrema, rodean a la adulta mayor.

Su cama no es más que un pedazo de cartón tendido sobre algunos palos improvisados como base, lo cual maltrata aún más su delicado cuerpo.

Detalles

La mujer no tiene hijos, pero tampoco recibe apoyo de sus familiares cercanos, pese a que con el pasar de los años su visión es cada vez más escasa, lo cual la imposibilita de poder realizar algún tipo de actividad para subsistir, aunque anteriormente laboraba en un local del mercado Elías Arias, que estaba ubicado en los bajos del edificio municipal.

Como si esto fuese poco, la mujer no cuenta con servicio de agua potable ni energía eléctrica, por lo que cada día es para ella un desafío, en el que debe arreglárselas para enfrentar su situación de abandono.

Los vecinos esperan la pronta ayuda de personas solidarias, autoridades o entidades del Gobierno, para que el presente de esta mujer pueda mejorar. (NDA)

Redacciòn BABAHOYO

Las condiciones en las que vive Cristina Solano Gómez son las menos adecuadas para una mujer de 78 años de edad. Y es que la humilde mujer, quien reside en la ciudadela Primero de Diciembre, cerca de la escuela Jorge Icaza Delgado, pasa sus días en una vetusta casa de caña y madera.

Paredes con huecos y remendadas con restos de pancartas, piso endeble, cubierta con goteras y muchos otros escenarios que evidencian la gran necesidad y pobreza extrema, rodean a la adulta mayor.

Su cama no es más que un pedazo de cartón tendido sobre algunos palos improvisados como base, lo cual maltrata aún más su delicado cuerpo.

Detalles

La mujer no tiene hijos, pero tampoco recibe apoyo de sus familiares cercanos, pese a que con el pasar de los años su visión es cada vez más escasa, lo cual la imposibilita de poder realizar algún tipo de actividad para subsistir, aunque anteriormente laboraba en un local del mercado Elías Arias, que estaba ubicado en los bajos del edificio municipal.

Como si esto fuese poco, la mujer no cuenta con servicio de agua potable ni energía eléctrica, por lo que cada día es para ella un desafío, en el que debe arreglárselas para enfrentar su situación de abandono.

Los vecinos esperan la pronta ayuda de personas solidarias, autoridades o entidades del Gobierno, para que el presente de esta mujer pueda mejorar. (NDA)

Redacciòn BABAHOYO

Las condiciones en las que vive Cristina Solano Gómez son las menos adecuadas para una mujer de 78 años de edad. Y es que la humilde mujer, quien reside en la ciudadela Primero de Diciembre, cerca de la escuela Jorge Icaza Delgado, pasa sus días en una vetusta casa de caña y madera.

Paredes con huecos y remendadas con restos de pancartas, piso endeble, cubierta con goteras y muchos otros escenarios que evidencian la gran necesidad y pobreza extrema, rodean a la adulta mayor.

Su cama no es más que un pedazo de cartón tendido sobre algunos palos improvisados como base, lo cual maltrata aún más su delicado cuerpo.

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La mujer no tiene hijos, pero tampoco recibe apoyo de sus familiares cercanos, pese a que con el pasar de los años su visión es cada vez más escasa, lo cual la imposibilita de poder realizar algún tipo de actividad para subsistir, aunque anteriormente laboraba en un local del mercado Elías Arias, que estaba ubicado en los bajos del edificio municipal.

Como si esto fuese poco, la mujer no cuenta con servicio de agua potable ni energía eléctrica, por lo que cada día es para ella un desafío, en el que debe arreglárselas para enfrentar su situación de abandono.

Los vecinos esperan la pronta ayuda de personas solidarias, autoridades o entidades del Gobierno, para que el presente de esta mujer pueda mejorar. (NDA)

Redacciòn BABAHOYO

Las condiciones en las que vive Cristina Solano Gómez son las menos adecuadas para una mujer de 78 años de edad. Y es que la humilde mujer, quien reside en la ciudadela Primero de Diciembre, cerca de la escuela Jorge Icaza Delgado, pasa sus días en una vetusta casa de caña y madera.

Paredes con huecos y remendadas con restos de pancartas, piso endeble, cubierta con goteras y muchos otros escenarios que evidencian la gran necesidad y pobreza extrema, rodean a la adulta mayor.

Su cama no es más que un pedazo de cartón tendido sobre algunos palos improvisados como base, lo cual maltrata aún más su delicado cuerpo.

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La mujer no tiene hijos, pero tampoco recibe apoyo de sus familiares cercanos, pese a que con el pasar de los años su visión es cada vez más escasa, lo cual la imposibilita de poder realizar algún tipo de actividad para subsistir, aunque anteriormente laboraba en un local del mercado Elías Arias, que estaba ubicado en los bajos del edificio municipal.

Como si esto fuese poco, la mujer no cuenta con servicio de agua potable ni energía eléctrica, por lo que cada día es para ella un desafío, en el que debe arreglárselas para enfrentar su situación de abandono.

Los vecinos esperan la pronta ayuda de personas solidarias, autoridades o entidades del Gobierno, para que el presente de esta mujer pueda mejorar. (NDA)