Sus hijos heredaron su pasión

PROFESIONAL. El galeno y sus hijos han formado una familia de médicos de la cual ahora se siente orgulloso.
PROFESIONAL. El galeno y sus hijos han formado una familia de médicos de la cual ahora se siente orgulloso.

Néstor Isidro Bonilla Román, nació en 1952, en el cantón Latacunga, de la provincia de Cotopaxi. Y a los 3 años de edad sus padres se radicaron en Quevedo. Proviene de una familia numerosa y tradicional.

Hizo sus estudios en la escuela América y la secundaria en el colegio Nicolás Infantes Díaz. Estudió en la Universidad Central del Ecuador.

En 1977 se graduó como médico, cuando apenas tenía 24 años de edad y se inclinó por la odontología. Solo uno de sus 9 hermanos comparte la profesión con él y otros muchos gustos ya que son gemelos.

Es un hombre tranquilo y con un carácter muy dócil. Sencillo, educado y carismático. Y esas mismas características lo llevaron a seguir esa carrera ya que sentía que debía cuidar de la salud de sus hermanos y familia.

Su padre fallecido hace 7 años pero su madre, de 97 años de edad, aún los protege. “Ella se siente orgullosa y vive en paz al saber que sus 10 hijos lograron profesionalizarse”, detalla el galeno.

Está casado con una licenciada en ciencias de educación y tienen tres hijos: el mayor (37 años) es odontólogo y ya cuenta con una clínica particular, ubicada en Quevedo; la segunda también es odontólogo y vive en México, la tercera de sus hijas, tiene 33 años, y está haciendo una especialidad en terapia intensiva y emergenciologia en Argentina.

Así, se cumple su deseo de que todos sus hijos sigan sus pasos dentro de la medicina, la carrera que él escogió por la necesidad que vivía en su hogar. (MZA)