No hay seguridad

Mesías Mestanza Solano

La seguridad ciudadana es la acción conjunta del Estado con la propia ciudadanía y otras instituciones de interés público destinadas a brindar un ambiente de paz y a la convivencia pacífica dentro del ordenamiento jurídico, cuyo papel protagónico lo tiene la administración de justicia, a cuyo cargo está la aplicación regulada, mesurada y equilibrada del poder punitivo del Estado en los términos de lo que establece nuestra Constitución y el Código Orgánico Integral Penal.

No se puede entender el funcionamiento racional de la sociedad compuesta por seres humanos, si el Estado y sus instituciones no ejercen el control de la delincuencia y garantizan los derechos de las personas con normas preestablecidas y órganos de la administración pública dotados de herramientas legales e implementos para su prevención y sanción.

Se pensó que con el estado de excepción y nuestros militares en las calles se crearía un ambiente disuasivo en los delincuentes, pero no, éstos han superado todo límite de control, y más bien, se han organizado en bandas criminales que operan llevando a la quiebra a negociantes de todo tipo.

Nadie puede desconocer que la policía, con sus grupos de élite, ha desarticulado una parte de estas organizaciones, incluso poniendo en riesgo la propia vida, pero es imposible contenerlas totalmente, lo que nos obliga a pedir asesoramiento en el exterior, sin descartar que para la consecución de este fin debemos arrimar el hombro jueces, fiscales, abogados, policías, militares y la sociedad civil para empujar la seguridad en el mismo sentido. No no es justo por ejemplo, lo que se vio en días pasados, cuando los agentes del orden, al tratar de detener en delito flagrante a los antisociales, más bien fueron agredidos por comerciantes, impidiéndoles cumplir con su cometido.

Así mismo, se hace necesario guardar una buena relación entre vecinos para poder detectar cualquier acción sospechosa, la misma que deberá ser comunicada al 911 para los fines consiguientes; de esta manera, todos contribuiremos con la seguridad ciudadana. La fuerza del orden necesita respaldo institucional y leyes claras para no poner en riesgo su accionar.

[email protected]