Volver al pasado (Desdolarización)

Volver a imprimir una moneda local reduciría la capacidad adquisitiva de la población, encarecería la deuda de personas, empresas y el mismo Gobierno, y aumentaría los niveles actuales de pobreza.

Revertir la dolarización en El Ecuador como una vía para poder imprimir dinero y cubrir las necesidades de gasto del Estado, tendría efectos adversos graves para el país, que afectarían la calidad de vida de la población, aumentarían la pobreza, y deteriorarían aún más la situación de las finanzas del Estado.

Al revertir la dolarización, vigente desde hace ya dos décadas, se perdería la única certeza macroeconómica que le queda al país. «Nos hemos acostumbrado a vivir en una estabilidad de precios, predecible. Las personas no saben lo que son ajustes de precio por inflación ni por emisión monetaria».

La reversión de la dolarización es un tema que aparece en el debate público cuando el Estado Ecuatoriano ha tenido dificultades para hacer frente a sus gastos.

Con un nivel de deuda creciente y la perspectiva de una reducción en los ingresos tributarios, el país busca opciones para fondearse, como contratar créditos internacionales o emitir bonos.

Imprimir moneda no sería una solución. «Al estar dolarizados hemos evitado que quienes han dirigido el Ejecutivo caigan en populismo de emisión de moneda, como ha ocurrido en otros países, como Venezuela»

Imposible pensar que la ley para una desdolarización mala pueda pasar por la actual correlación en la Asamblea Nacional. Se vuelve indispensable para el poder de las élites legislar vía decreto (clausurar la Asamblea). Pareciera que las leyes humanitarias y de finanzas públicas son distractores o instrumentos de chantaje mientras se fragua la verdadera intención: la desdolarización mala.

En El Ecuador, gran parte de la población está en condición de vulnerabilidad. Hay un 30 % viviendo en la pobreza y quienes están sobre esta línea, están expuestos a cruzarla si suben los precios.

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