NELSON SÁNCHEZ FIGUEROA
Hemos sido testigos esta semana de los problemas que tenemos para respetar a la autoridad, videos circulan por las redes sociales donde se ve como ciudadanas agreden a agentes de tránsito en las ciudades de Quito e Ibarra, en los dos casos, existe una grave actuación en contra de la autoridad que determina que tenemos un problema cultural grave de respeto, a la misma, lo importante del caso es que las personas han sido sancionadas a prisión, a pagar multas y a pedir disculpas públicas.
Lamentablemente, también se da problemas a la inversa y es la soberbia, prepotencia y agresión que sufre el ciudadano desde la autoridad, pues piensa que ya al tener un cargo público puede hacer lo que le da la gana, y atropellar derechos de las personas y ahí es cuando existe ese choque pues el ciudadano también tiene el derecho de reclamar y como no sabemos arreglar nuestros problemas con el diálogo recurrimos a la violencia.
La forma de lograr el respeto no es solo por el temor reverencial que genera el hecho de ser autoridad, sino debe darse desde el hecho que la autoridad se legitima con sus actos, es decir si la persona que funge un cargo lo hace desde la honestidad, la seriedad, respetando el derecho de los demás pero también haciendo cumplir las obligaciones, será respetado sin necesidad de ni siquiera alzar la voz, y sus directrices serán asumidas, sin embargo y por contrario el funcionario es deshonesto, impuntual, impropio en los tratos, mentiroso al no cumplir lo que ofreció, que no espere que le responda con rosas, pero tampoco caben las agresiones reales que hemos visto con repudio y de lo cual debe hablarse claramente y determinar que eso es equivocado, pues no decir lo mal que está el hecho, puede convertirse en un silencio cómplice.