Nelson Samaniego, director del hospital del Seguro Social «Manuel Ignacio Monteros», selque la denuncia que presentNelly Castillo sobre la falta de dotaci de insumos micos, en la atenci a los pacientes, no se apega a la realidad, pues la casa de salud respondia las necesidades de la afiliada.
«Ning insumo de material de curaci se le ha hecho comprar a la paciente, la jeringuilla que hace menci, se debe a que el hospital compra el servicio de gasometr a la Cruz Roja, pero el IESS tambi cubre este costo».
En cuanto a la dotaci de las medicinas, el director reconoce que este tema sigue siendo el tal de Aquiles de la instituci, pues los presupuestos con los que trabajan son muy bajos.
«Mientras no haya cambio substancial de asignaci de presupuestos desde el nivel central, seguiremos teniendo escasez de fmacos», acotSamaniego.
Las autoridades hospitalarias del Seguro explican que el monto que necesitarn para cubrir la demanda de medicinas es de un mill de dares, pero para este a se entregarla cantidad de 690 mil dares, cifra que a es insuficiente.
Cambio en la parte administrativa
Sobre el aspecto relacionado a la disponibilidad que tiene el director del Seguro para atender a los afiliados mencionque de acuerdo al nuevo reglamento publicado en la disposici 056 sobre las obligaciones del gerente o del director, tas le dan potestad en los aspectos relacionadas con la planificaci, programaci y los problemas macros que no se hayan logrado resolver en la subgerencia de cada ea. «Ahora los pacientes y afiliados deber acudir a cada instancia cumpliendo el orden regular, para que solucionen sus demandas».
Para suplir las necesidades de informaci sobre los nuevos procedimientos que regir en la entidad, se ha capacitado al personal mico, administrativo y de trabajadores, con la finalidad de que est informados y a su vez asesoren a los usuarios del Seguro, sobre las instancias a seguir para tratar determinado problema. «Hemos dado una amplia informaci sobre el marco legal vigente y lo que significa el cambio en el hospital del Seguro Social», concluy