Cultura nacional

Jaime López

Una de las características destacadas de la década del robo liderada por Correa, es haber llevado a la cultura nacional, a un nivel propio de las sociedades que no conocían la civilización. Ha disminuido la inteligencia a niveles propios de los primates, el ejercicio de la política fue convertido en un populacherismo que instauró el odio hacia todo lo que era contrario a la voluntad del caudillo dictador, sus cantaletas fueron inscritas en el pensum obligatorio para ser recitadas por las sumisas y los ovejunos, pulverizó la estructura administrativa para crear cargos e impulsar la burocracia que tenía que fabricar laberintos por donde la corrupción no dejaría pruebas, el despilfarro fue descrito como una teoría económica que sostenía que el ahorro era tener dinero ocioso, por lo tanto, el robo fue una acción que si se notaba se lo consideraba como comparación y disculpa –“ si los otros robaron, nosotros también”- llegando a la degradación total del ejercicio político, que el ecuatoriano ha mantenido por décadas “no importa que roben, pero que hagan obras”.

En esa realidad que nos fabricaron y que nos rodea de manera implacable, es muy duro transmitir análisis, criterios, esquemas de comportamiento cordial, porque también se han perdido las buenas costumbres. Que triste es ingresar a un local especialmente de venta de artículos de uso diario, y saludar sin que nadie conteste, que pena causa realizar caminatas ecológicas y cruzarse con gente que le mira como enemigo y no muestra la amabilidad para saludar.

Como se ha perdido la obligación que todos debemos tener para comprender que el país necesita llegar al acuerdo nacional, pero sin imponer las ideologías que para el objetivo deben dejarse a un lado. El actual Gobierno en forma lamentable no está impulsando todo lo necesario para superar su origen, que sabemos fue maquinado y programado antes de las votaciones, por elementos que siguen incrustados todavía en muchos ministerios y organismos. La próxima consulta, de acuerdo a las encuestas serias, será favorable. Desde ya hay que empezar a exigir que el Consejo de Participación Ciudadana esté integrado por ecuatorianos que no respondan a los intereses bastardos agrupaciones políticas igualmente bastardas. Entre otras cosas.